El cantante español Diego El Cigala sumó  el  miércoles  un lauro nuevo en su exitosa carrera,  después de que “Cigala Tango”, su álbum anterior, fuese Disco de Oro en Argentina y Colombia y   vendiese  más de 100,000 copias en España, y se llevara el Latin Grammy al Mejor Álbum de Tango.

El artista ha vuelto a ser nominado a este último  galardón  por su disco “Romance de la Luna Tucumana”. Los  miembros de la Academia Latina de la Grabación, como todo quien ha escuchado los once temas de la nueva apuesta  del madrileño, se rindieron a la pasión, la belleza y la ternura con que Diego  asumió el reto profesional.

Es un disco hecho a corazón y voces, en el que casi se pueden oír latidos, susurros y llantos. “Romance de la Luna Tucumana” es, según entendidos, un homenaje a la limpieza y la belleza de los sonidos y las letras argentinas, en complicidad con músicos del nivel de Diego García, “El Twanguero”, la leyenda cubana Changuito, y los no menos acreditados Yelsy Heredia e Isidro Suárez. El cantaor nacido hace 46 años en Madrid, explicó en su momento que “Romance de la Luna Tucumana” supone la culminación de “Cigala y Tango”, su anterior propuesta, dada  la imposibilidad de reunir en un solo álbum la esencia del tango duro.

 “Se me quedaron en el tintero “Naranjo en flor”, “Siempre París, “Por una cabeza” y Nieblas del riachuelo”, entre otros temas emblemáticos, así que me dije, termina lo que empezaste”, expresó  el músico a los medios semanas atrás.

La mayor novedad de esta nueva presentación tiene que ver con el sonido, ya que la principal socio musical y protagonista instrumental es la guitarra eléctrica del español Diego García –exquisito músico que toca en la banda de Andrés Calamaro, a través de quien lo conoció Cigala–, que junto al maestro cubano Changuito, leyenda viva de la percusión, y la base rítmica de sus compatriotas Yelsy Heredia (contrabajo) e Isidro Suarez (percusión), conforman el corazón musical del álbum y le dan un sabor diferente a la ya clásica amalgama de estilos que produce El Cigala.

El recorrido para llegar a esta grabación tuvo que ver con el fluir creativo entre los músicos, en un proceso que se fue dando a lo largo del tiempo de manera natural, casi casualmente, como nos tiene habituados,

Diego El Cigala emprende la aventura tanguera al mejor estilo suyo.