El 11 de marzo del año pasado, mientras el mundo estaba conmocionado por el fuerte terremoto que ocurrió en Japón, la actriz dominicana Mildred Quiroz  lloraba de emoción al sostener por vez primera a su hijo Diego José en sus brazos.

El pequeño, cuyo nacimiento estaba previsto para seis días después, escogió esa fecha, y desde ese  instante ha revolucionado la vida de su madre, llenándola de alegría, paz y muchas bendiciones.

“Diego José es lo más lindo que he tenido en mi vida. Cuando decidí tener a mi hijo sabía que iba a haber un cambio, pero nunca me imaginé que iba a ser tan positivo”, confiesa Mildred, y sus ojos verdes brillan   al ver al niño a su lado.

Con su año y dos meses, Diego José es un niño  decidido y para nada tímido. Al llegar a ¡Alegría! se extrañó un momento, minutos después entró en “confianza” y comenzó a observar  su alrededor.  Rebosante de orgullo, su madre   dice: “Él es así”.

El niño ha transformado su vida por completo. Antes para ella era muy fácil empacar su maleta e irse de viaje. Ahora lo piensa mucho. “Cuando tuve que ir a grabar “La casa de al lado” y “Relaciones peligrosas”, de Telemundo, fue una decisión muy difícil, porque yo estaba lactando a mi niño. Y aunque estaba haciendo lo que a mí me gusta, decidí sacrificarme porque como madre quiero lo mejor para mi hijo”, señala  e indica que anhela que su bebé se sienta orgulloso de ella.

Aunque la actriz decidió ser madre soltera, afirma que es “amiga” del padre de su hijo por el bien del niño.

“Mi familia ha respetado mi decisión y me apoya en todo. Cuando tengo que viajar, sé que Diego José queda en buenas manos”.

En lo que tiene que ver con la crianza de su niño, Mildred no escatima recursos para garantizarle una buena educación y un hogar amoroso, tal y como ella lo tuvo.

Dice que no es partidaria de golpear a los niños, pero sí sabe cuándo debe apretar y soltar la soga.

Enfermedad. Cuando Diego José se enferma la primera persona a la que Mildred llama es a su pediatra. Hace poco el niño enfermó y ella se puso histérica y comenzó a llorar. “Me enfrenté a tres enfermeras y hasta me sacaron de la habitación”, recuerda entre risas.

Amor materno.  Mildred ve y vive por su hijo. Está soltera y sin pareja, pero cuando llegue el momento de tener una sabe que esa persona debe querer a quien es su inspiración y su motor.