Diego Maradona está entre el cielo y el infierno

Diego Maradona está entre el cielo y el infierno

JOHANNESBURGO.  AFP.  Diego Armando Maradona estará en Sudáfrica-2010 entre el cielo y el infierno, entre guiar a su amada selección a la Copa del Mundo o hundirse en las sombras del fracaso.

   «El ‘Barba’ (Dios) me salvó muchas veces. Espero que esta vez también», había declarado cuando Argentina estuvo al borde de quedarse afuera del Mundial, encrucijada que se le vuelve a presentar en el continente negro.

   Tras haber resucitado como un Ave Fénix de las pesadillas de la droga y el alcohol, el antiguo ‘gran capitán’ sabe mejor que nadie que no hay excusas ni atenuantes para los albicelestes, sólo ganar el trofeo.

   «Voy a pelear hasta la última gota de sangre», proclamó en otra de sus famosas frases cargadas de sentimientos heroícos.

   El hincha argentino de fútbol suele echar mano a una frase nacida de la sabiduría de tribuna, según la cual alguien está «entre la Gloria o Devoto» cuando el desafío no admite medias tintas o consuelos.

   La Gloria es la vuelta olímpica, que Argentina no puede dar desde que ‘El Pelusa’, con la camiseta número diez de los cracks, besó la Copa FIFA en el Mundial de México-1986, en la cima de su carrera, en la plenitud de su magia y su talento.

   Y Devoto es el nombre del último gran edificio carcelario que queda en la ciudad de Buenos Aires, convertido en metáfora del oprobio, la vergüenza y la humillación.

   «Si nosotros quedábamos afuera del Mundial, yo me tenía que ir a Haití. El primer ‘fusilado’ contra el paredón era Maradona», supo confesar este hombre que como DT dejó jirones del prestigio conquistado como jugador.    Ahora su meta es dejar atrás la zozobra que vivió en las Eliminatorias.

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