Dientes verdaderamente blancos

Dientes verdaderamente blancos

El blanqueamiento dental se ha puesto muy de moda. Y no es de extrañar, porque cualquiera desearía poder lucir unos dientes perfectamente blancos. A pesar de ello existe el temor de que el tratamiento para blanquear los dientes no sea muy duradero o que el esmalte dental se desgaste, exponiendo la dentadura a otros daños.

Según nos explicara la odontóloga Marisol Acosta, el blanqueamiento dental es una técnica novedosa que permite cambiar la pigmentación del diente aplicando productos químicos (peróxido de hidrógeno y carbamina), los cuales desprenden moléculas que logran filtrarse a través del esmalte de los dientes por los túbulos dentinarios, logrando así  deshacer las coloraciones del diente.

Hay dos tipos de blanqueamiento dental.

Uno es el blanqueamiento dental externo que se realiza sobre la cara externa del diente y otro interno que se realiza en dientes “no vitales”. Los dientes “no vitales” son aquellos que han sufrido endodoncia (tratamiento de canal) y necesitan un blanqueamiento más profundo, recibiendo tanto el externo como el interno, que viene a ser su complemento.

¿Para qué?  Como bien explica la odontóloga, el principal beneficio del blanqueamiento es tener una bonita sonrisa, lo cual suele ser la principal exigencia del paciente cuando visita el consultorio. El blanqueamiento dental está indicado para eliminar manchas difíciles que no pueden ser removidas con una limpieza común.

Acosta explica que está recomendada en personas con decoloraciones de edad relativa, manchas de café, té o tabaco, cigarrillo, dientes tratados con endodoncia y que han sufrido pigmentación o aquellos que se han manchado con flúor o tetraciclina. “Está indicado para tratar manchas que no pueden ser removidas con una profilaxis, pero principalmente para personas con excelente higiene bucal”, añade.

Cómo es el procedimiento. El blanqueamiento dental no es un tratamiento complicado. Por lo general bastará con 60 minutos para lograr esa sonrisa perfecta que deseamos.

“Primero se limpian los dientes a tratar y se aíslan de modo tal que no queden expuestos otros dientes que no necesiten blanquearse. Esto es para seguridad”, explica Acosta.

Luego se aplica una capa de  gel en el interior o exterior del diente, según sea el caso, y se activa el gel con una fuente de luz. “El tiempo total del blanqueamiento dental está compuesto de tres sesiones continuadas de 20 minutos. Los dientes en una hora alcanzarán su mayor brillo natural”, apunta la especialista.

No todos los dientes reaccionan de igual forma al tratamiento, de manera que algunos requerirán dos o tres sesiones y otros estarán listos con sólo una sesión. 

Existe la creencia de que el esmalte dental sufre daños irreversibles con este tipo de tratamiento. Sin embargo, Acosta asegura que no se ha podido demostrar daños al esmalte, dentina, pulpa, encía, epitelio gástrico, empastes o prótesis dentales cuando se ha aplicado el tratamiento correctamente.

¿Es duradero?

“Dependiendo del tipo de blanqueamiento pero por lo general, puede durar o mantenerse por 3 o mas años dependiendo de los hábitos del paciente frente al té, café, fresas…”, dice Acosta. Durante un mes luego del blanqueamiento el paciente no podrá consumir cítricos, bebidas oscuras como las colas, té, café y chocolate. También deberá evitar el consumo de cigarrillo, tabaco y los labiales de color oscuro en el caso de las mujeres, los cuales pueden entrar en contacto con los dientes y mancharlos nuevamente. Todo esto sin olvidar la higienización adecuada y la profilaxis dos veces al año.

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