Durante la temporada estival y, casi en cualquier época del año, se ponen de moda determinadas dietas. Como esa que te recomienda tu amiga, que se la pasó su hermana, que le fue muy bien a su vecina. Suelen ser dietas muy populares que prometen bajar de peso, rápida y eficazmente. Como es el caso de la dieta disociada.
La nutrióloga clínica Wandy Mejía explica que su invención ha sido atribuida a muchas personas a lo largo de los años, pero el padre de este método de adelgazamiento fue el profesor Michel Montignac. También se le llama dieta Montignac.
Indica que este régimen alimenticio se basa en que cada grupo de alimentos necesita un tipo de pH distinto (más ácido o más alcalino), diversos tipos de enzimas y un tiempo de absorción diferente por lo que no se pueden comer juntos si deseamos asimilar bien cada nutriente.
Mejía afirma que al combinar proteínas con hidratos de carbono se genera una situación que no favorece la correcta asimilación de los alimentos y, por lo tanto, se pueden producir problemas digestivos y grasa en el cuerpo, según esta dieta. Cabe destacar que este método aún no tiene base científica o médica demostrada.
Las reglas básicas. La especialista en Nutrición Infantil, de Adultos y Obesidad, dice que la dieta disociada, en términos más claros, consiste en no mezclar proteína e hidrato de carbono ni proteína y almidón. Además de comer la fruta sola y con el estómago vacío, ni combinar frutas ácidas con dulces. Otro punto importante es que solo se puede beber agua y hay que evitar el alcohol y el café. En cuanto a las cantidades de comidas, no hay límites.
Ventajas y desventajas. “Esta dieta no es sacrificada, por lo cual no pasas hambre y es fácil de llevarla a cabo. Asimismo, con ella la pérdida de peso es rápida y te permite comer de todos los alimentos”, apunta.
Sin embargo, conlleva una serie de desventajas dentro de las que se encuentran: no se recomienda seguirla por más de 30 días, por las consecuencias metabólicas que implica; es desequilibrada (no concreta unas cantidades diarias para cada grupo de alimentos y personas), se puede sufrir efecto rebote y aumentar de peso, no se ha comprobado científicamente que sean ciertos los argumentos en los que se basa, es insostenible con el tiempo, ya que puede causar deficiencias nutricionales perjudiciales para la salud.

“Sus prescriptores refieren que es una recomendación biológicamente lógica, pero ¿cómo se explica el contenido nutricional de un huevo; (grasa + proteína), de los pescados grasos como el atún o el salmón; (grasa + proteína). De la carne que es (grasa + proteína); las legumbres o la propia leche materna (o de vaca) que es (carbohidratos + proteína + grasa); pan (proteína + carbohidratos), si la propia naturaleza ha mezclado en todos estos grandes alimentos?, es imposible que una dieta recomiende separar estos nutrientes”, advierte.
Dice que cuando consumimos los alimentos, el sistema digestivo naturalmente mezcla todos los nutrientes que luego serán absorbidos para que el organismo los aproveche, además de que todos los nutrientes son necesarios, no existe ninguna razón científicamente probada para separarlos.