1. Higiene escrupulosa con las personas afectadas. Evita tocarte la nariz y llevarte las manos a la boca, sin antes lavarlas.

2. Mantener reposo. Al primer síntoma de que no te encuentras bien, guarda reposo en cama, bien abrigado y tranquilo.

3. Evita las aglomeraciones, así como los ambientes cargados. También conviene mantenerte apartado del tabaco y el alcohol en la medida de lo posible.

  4. Más de dos litros al día. Es el líquido que tienes que beber para que tu organismo fluidifique las secreciones y combata la deshidratación. Entre los líquidos que tomes incluye zumos de cítricos naturales, ricos en vitamina C y bastante líquidos.

5. Prueba el ajo. Dos dientes al día es la dosis ideal, pero si no puedes con su sabor, las cápsulas que se comercializan en farmacias, se recomiendan, son  bien eficaces. También ayudan la cebolla cruda o hervida y las infusiones de tomillo, menta y eucalipto son ideales.

6. Duerme con la cabeza elevada sobre la almohada, de esa forma evitas la congestión nasal y que la respiración sea afectadas

7. Haz gárgaras con agua tibia en la que habrás disuelto un poco de sal y de bicarbonato; así facilitas la respiración y el drenaje de las secreciones.

8. Vacúnate. Lo mejor es hacerlo antes de tener el virus, pero incluso si lo haces ahora puede servirte para evitar  futuros contagios de gripe.

 9. Usa analgésicos si es preciso, u otros medicamentos anticatarrales si te los recomienda el médico.

 10. Nada de antibióticos sin receta médica, pues no funcionan contra los virus. Tampoco conviene dar ácido acetilsalicílico (aspirina) a niños ni adolescentes. Sí pueden tomarse analgésicos o antitérmicos siempre que no haya contraindicaciones.