Muchos mitos rodean algunos procesos naturales que sufre el cuerpo de la mujer lo que incluye por supuesto la menstruación.
Esta fue considerada durante mucho tiempo una especie de tabú: algo sucio y pecaminoso pero la mayoría son puras leyendas o exageraciones. Un artículo publicado por el portal Terra.com te muestra algunos de esos mitos.
No puedes quedar embarazada durante el periodo. Aunque no es muy probable, puede ocurrir, informan desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, España. La ovulación, al igual que los ciclos menstruales, puede ser impredecible. Usar correctamente un método anticonceptivo es la única garantía.
Es malo bañarse o mojarse el pelo durante la menstruación. Un viejo mito muy arraigado durante años. No solo puedes bañarte, sino que la higiene en estos días es fundamental. Lo que sí es verdad es que no debes coger frío, pues puede agravar los dolores o puede afectarte si estás más sensible… quizá de ahí venga el mito. Y esto incluye la playa o la piscina: con el uso de los tampones se acabó esa historia de «estoy con la regla, no me puedo bañar».
No debes hacer ejercicio. Falso. Hay chicas que dependiendo del ejercicio puede ser que sientan más dolores, pues cada cuerpo es único. De hecho el ejercicio es una buena manera de controlar los Síntomas del Síndrome Premenstrual (SPM) y aliviar el dolor de las chicas que lo sufren, pues aumenta el suministro de oxígeno a los músculos,
Con la regla o el Síndrome Premenstrual (SPM) estás insoportable. Y ahora que hablamos de SPM y de dolores… esta es otra gran exageración histórica.
El dolor y el cambio hormonal pueden afectar a algunas chicas, y no a otras. Y eso de «¿Qué pasa, estás con la regla?» cada vez que una mujer frunce el ceño es una especie de manera de llamar a todas las mujeres de descontroladas o neuróticas «por naturaleza»
El SPM es solo psicológico. En la línea del punto anterior pero al revés: si bien muchas chicas no tienen síndrome ni molestias antes o durante la regla, otras chicas sí, y bien fuertes. Se deben al dolor o al cambio hormonal. Nadie tiene derecho alguno a decir que te lo inventas si te sientes mal. Eso sí, si estas molestias son intensas y sientes que realmente te incomodan, coméntalo con el médico, pues puede ser que tengas algún desarreglo que puede corregirse.
La sangre oscura es sucia. En los primeros días, cuando el flujo sanguíneo es más abundante la sangre es de un rojo vivo. Pero se vuelve marrón o casi negra cuando hay poca cantidad y pasa más tiempo dentro de la cavidad uterina. Esto no tiene absolutamente nada que ver con que sea más sucia. La antigua creencia de que la mujer es impura durante la es un «cuento» que no tiene nada de real.
Se te corta la mayonesa. Otra creencia antigua y casi cómica, sino fuera porque también tiene que ver con la supuesta impureza de la mujer durante la menstruación. En algunos lugares incluso se les prohíbe acercarse a las colmenas, hacer conservas, embotellar vino, hacer pasteles… olvídate de estas «teorías» absurdas.
No puedes tener sexo. Una cosa no tiene absolutamente nada que ver con la otra. La regla no impide en modo alguno la penetración, y de hecho el sexo ayuda mucho a aliviar el dolor de la regla. Todo depende de la pareja, cómo se sientan la chica y el chico. Si no les importa hay muchas maneras de tener sexo durante estos días: colocando una toalla para no manchar, haciendo el amor en la ducha… etc.
Las vírgenes no deben usar tampones. No tiene por qué. El fabricante Always explica que el himen, la membrana que recubre la entrada de la vagina, es flexible y tiene un orificio por donde normalmente cabe un tampón. Usar tampones agrandará este orificio pero no hará perder la virginidad, algo que sólo tiene lugar al hacer el amor por primera vez.
Usar tampones duele, sobre todo si eres virgen.Si te duele es probablemente porque te lo colocaste mal. Hay una gran variedad de tampones en el mercado y cada mujer tiene su preferencia: con aplicador de cabeza redonda, plegable o no… también los hay sin aplicador, que son incluso más fáciles de usar para algunas chicas, que de esta manera pueden palpar su propia cavidad y notar cómo y dónde se lo introducen -luego es lavarse las manos y ya está-.
No tengas miedo, pregunta siempre a tu madre, médico, hermana, amigas… verás que encuentras tu manera preferida de usarlos.