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MOSCU (AFP).- Al menos diez personas murieron y otras 51 resultaron heridas este martes por la noche en un atentado cometido por una kamikaze en Moscú y reivindicado por el mismo grupo islámico que se atribuyó el doble atentado contra dos aviones de línea rusos que dejó 90 muertos la semana pasada.
El atentado del martes causó diez muertos, anunció el portavoz del FSB, los servicios especiales rusos, Serguei Ignachenko. Según fuentes concordantes, siete personas, incluida la presunta kamikaze, murieron en el lugar de la explosión y otras tres en el hospital.
Además, resultaron heridas 51 personas, de las que permanecen hospitalizadas 37, incluidos cuatro niños. De ellas 16 están graves, declaró en la noche del martes el alcalde de Moscú Yuri Lujkov.
La explosión tuvo lugar poco después de las 20H00 (16H00 GMT) del martes entre la entrada de la estación de metro Rijskaya y un supermercado en la avenida Prospekt Mira, en el norte de Moscú, cuando las calles aún estaban llenas de gente disfrutando de una cálida noche de verano.
La hipótesis del atentado suicida fue evocada por el FSB y por el ministerio del Interior, donde no obstante no se descartaba estudiar también la posibilidad de que se tratara de un atentado con coche bomba. Un vehículo quedó muy dañado por la deflagración, de gran potencia, que se oyó a varios kilómetros del lugar del atentado.
El fiscal de Moscú, Vladimir Zuyev, que se trasladó inmediatamente al lugar de los hechos, ordenó una investigación criminal por «terrorismo».
La hipótesis del atentado suicida se basaba al parecer en el estado del cadáver de una mujer, que estaba completamente destrozado, a diferencia de los de las demás víctimas.
También apuntaban hacia esa posibilidad algunos de los testimonios que recogieron los investigadores. Según esos testigos, una mujer que se dirigía hacia el metro se percató de que había policías a la entrada comprobando los documentos de identidad de algunas personas. Entonces, al parecer se echó hacia atrás y en ese momento se produjo la explosión.
El alcalde de Moscú estimó la carga explosiva en un kilo cuando, según la policía, la bomba contenía entre 300 y 400 gramos de un explosivo equivalente a TNT y estaba repleta de fragmentos metálicos.
Este atentado tiene lugar una semana después del doble atentado cometido con explosivos en dos aviones de línea rusos en pleno vuelo, que costó la vida a 90 personas.
Un grupo islamista, las «Brigadas Islambuli», reivindicó este martes por la noche en una página de internet islamista el atentado suicida afirmando que había actuado para respaldar a los musulmanes chechenos.
Ese mismo grupo había reivindicado el atentado contra los dos aviones, que según la pista que siguen los investigadores pudo ser un doble atentado suicida cometido por dos chechenas.
La suicida que perpetró el atentado del martes podría ser la hemana de una de las dos presuntas terroristas chechenas, informó la agencia Ria-Novosti, que citaba a una fuente cercana a la investigación.
Tras la explosión del martes por la noche, se incrementaron considerablemente las medidas de seguridad en Moscú. La policía recibió órdenes de vigilar especialmente a las mujeres solas de apariencia caucásica, informó la agencia Itar-Tass, citando fuentes policiales.
Testigos presenciales de la explosión contaron las terribles escenas que vivieron.
Alexei Borodin, de 29 años, vecino del barrio, acaba de salir de un comercio cercano cuando se produjo la detonación y vio a algunas víctimas cuando aún estaban vivas.
«Eran cuerpos despedazados. Esas personas intentaban levantarse pero ya no eran humanos», declaró a la AFP. «Una de las víctimas, un hombre, había perdido el estómago», añadió. «Andábamos sobre pedazos de cuerpos», declaró su madre, que estaba con él.
