TEGUCIGALPA. AP. Unas diez familias controlan la economía de Honduras y muchas de ellas están decididas a impedir a cualquier costo el regreso del depuesto presidente Manuel Zelaya. Igual que en tantas naciones latinoamericanas, un grupo de banqueros, empresarios, dueños de hoteles y de los medios de prensa mantienen estrechos lazos políticos que les permiten conseguir concesiones del gobierno, exenciones impositivas y valiosa información.
Son las fuerzas detrás del gobierno de facto de Roberto Micheletti y de su negativa a permitir el retorno de Zelaya. Hondureños ricos como Adolfo Facussé dicen que prefieren soportar sanciones económicas, huelgas y toques de queda a que Zelaya vuelva al poder. La actitud aquí es, ¨y qué?.