Ahora que el PRD está inmerso en el proceso de desarrollo de su Congreso, que esta semana produjo 23 eventos pre-congreso en todo el país, que culminará los días 9 y 10 de octubre; uno de los problemas  que debe resolver es el de su organización.

Desde la muerte de Peña Gómez, poco se ha hecho por mantener a esa formidable maquinaria política a la que dedicó sus mejores años. Las apetencias de poder y la indigencia ideológica la han  hecho degenerar en poco más que una entelequia funcional, solo unida por un profundo sentimiento por las glorias pasadas y la esperanza de su retorno.

Hoy poco funciona de ese poderoso instrumento del pueblo dominicano, excepto el deseo de los más testarudos que sabemos el país lo necesita para superar las desgracias que padece. Las disfuncionalidades del Partido se arreglarán entre todos con algo de flexibilidad mental y mucho de sentido común, que parece ser el menos común de los sentidos.

Veamos….

1. Si hay dificultades para organizar a nuevos militantes y simpatizantes, que en los días de reunión de los organismos, se habilite una hora para registrarlos.

2. Si hay discrepancias en si se deben organizar Comités de Base Electorales o Tradicionales, que funcionen los dos, dándoles algún incentivo a los que se consideren mÁs útiles para el partido.

3. Si hay dificultades para reunir en una misma área geográfica a los militantes,  que creen allí Zonas Especiales para que pueda realizarse el trabajo político.

4. Si los “Frentes de Masas” del Partido apenas sirven para agrupar dirigentes, para obtener candidaturas y posiciones: abramos  espacios para que los sectores sociales vengan con sus líderes naturales a reclamar derechos y oportunidades.

5. Si los organismos no funcionan adecuadamente por la excesiva concentración de facultades de uno o dos  dirigentes, hay  que crear cuatro secretarias en todos los comités, que realicen sistemáticamente las tareas de todo partido moderno: organización, electoral, educación y doctrina, y comunicación, con cierta independencia y recursos, haciendo uso de la informática y visitas periódicas.

6. Si somos un partido con vocación electoral, debemos trabajar en ello los cuatro años cada cuatro años, en cada colegio, sin improvisaciones ni ingenuidades.

7. Si queremos formación política y administrativa en nuestros militantes, tenemos que exigir la lectura en grupos de los documentos del Partido como requisito para ascender en éste y alcanzar trabajos calificados en sus gobiernos.

8. Si se pretende seguir una línea coherente en la oposición al gobierno, lo único factible es hacerle espacio a los comunicadores en los rangos de la Secretaría Nacional del Partido y en todos los niveles de la organización.

9. Si los organismos superiores (CEN, Comisión Política y Presidium) son tan grandes que no funcionan, por caer en el asambleísmo, se pueden transferir sus funciones a los del nivel inferior.

10. Si los organismos se hacen antidemocráticos por aplicar la ley del más fuerte, dejar espacio a la negociación  y a la representación proporcional.

Esta es la regla de Oro para revitalizar el PRD y  volver al Poder.