Como bien conocemos, la infidelidad es reconocida como un síntoma de una serie de crisis por las que atraviesa una relación de pareja a lo largo de su convivencia. Y es por esto que se dice que la infidelidad por lo general entra por la puerta trasera (por donde menos te lo esperas), disfrazándose como una diversión inofensiva o comportamientos inocentes. Pero si quieres que tu matrimonio perdure y reboce de felicidad, es preciso estar consciente que aunque generalmente se considera la infidelidad solo como una relación clandestina de tipo sexual, romántica o emocional que viola el compromiso con una relación exclusiva, también existen otras maneras diferentes en las que le podrías estar siendo infiel a tu pareja. Si estas acciones continúan, puede que penda de un hilo tu caída a la deriva y a la perdición en el triste acto del engaño, ese al que quizás no tenías intención de enfrentarte.
Según la recopilación obtenida de las distintas líneas de pensamiento, las diferentes infidelidades que existen son las siguientes:
La infidelidad física.-
Es producto de la curiosidad, es una fantasía no satisfecha, donde la persona tiene deseos de experimentar o conocer a otro que no sea su pareja, y en vez de vivir las fantasías dentro de la pareja las vive fuera. No se compromete el afecto, es solo una aventura.
La infidelidad por enamoramiento.-
Cuando la persona se enamora e involucra mucho más con su amante, ya no es sólo una aventura, hay sentimientos que dificultan la recuperación de la armonía en la pareja.
La infidelidad emocional.-
Pareciera ser más grave aún que la sexual porque la idea es que “nada está ocurriendo”.
Si bien ambas infidelidades son complicadas y traen consecuencias difíciles de sobrellevar, ésta es mucho más complicada ya que la persona puede establecer una relación emocional sin tener ningún tipo de contacto físico y pensar que “no está haciendo nada malo”. Estas actualmente son muy comunes desde que existe la web, los msn, los chats, las redes sociales, y los mails.
En esta caemos en lo que conocemos como ese divertido coqueteo, esa insinuación sexual o romántica de una persona a otra, el uso de juego de palabras sugestivas o indirectas que se tiene con otra persona que no sea su cónyuge. La persona con la que estás coqueteando solo “como juego” puede tomarlo como una invitación para “algo más”.
Las redes sociales se han convertido en las nuevas zonas de peligro de la atracción y la oportunidad, ya que la intimidad emocional se desarrolla rápidamente. Personas bien intencionadas que nunca tuvieron la intención de ser infiel, puede formar conexiones profundas y apasionadas, y antes de darse cuenta, han cruzado la línea que separa la amistad platónica del amor romántico.
La infidelidad financiera.-
Existe otro tipo de infidelidad, que es tanto o más perjudicial para las relaciones de pareja y es justamente la “infidelidad financiera”. La cual puede minarla de manera significativa y, en casos graves, puede generar incluso un rompimiento definitivo.
Desde el punto de vista económico, los factores que mantienen a un matrimonio unido tienen que ver con la inversión que realizamos en tiempo, esfuerzo y energía emocional, pero también en términos financieros. Y la infidelidad en este asunto está a la orden del día. Considerando a los “Infieles Financieros” como aquellos que mienten sistemáticamente a su pareja sobre el uso de su dinero. Ya sean sus gastos, sus compras compulsivas o de plano cuánto ganan, la infidelidad financiera es ir a espaldas de tu pareja y esconderle la verdad. En vez de esconderles un amante, esconden qué hacen con el dinero.
En conclusión, yo pienso que para evitar la infidelidad es mejor hablar con la verdad aunque sea doloroso, porque en definitiva es mejor en conjunto buscar las soluciones necesarias que como pareja se necesiten o terminar una relación que no tenga solución en buenas condiciones, antes de perder una confianza de por vida. Y como dicen: “Las personas que engañan se traicionan así mismas, porque la verdad al final siempre se sabe”.