Difícil de explicar optimismo de mercado de acciones

Difícil de explicar optimismo de mercado de acciones

He aquí un enigma. Los mercados de acciones se están recuperando. Las compañías nunca habían sido tan valoradas. Sin embargo, la temporada de resultados de ganancias del mes pasado ha revelado poco crecimiento en las líneas de fondo corporativo, y ningún crecimiento en las ventas de primera línea. ¿Por qué?

Los ciclos del mercado de acciones no se mueven por turno ya sea con los negocios o con los ciclos económicos. La idea es comprar acciones antes de que las ganancias se disparen en ascenso, no después.

Así que la reclasificación ascendente del año pasado, cuando los inversionistas habían decidido pagar más por los flujos de ingresos que están comprando, implica optimismo sobre el futuro, antes que la incomprensión del presente.

Pero el optimismo en la escala actual es difícil de explicar. Desde septiembre de 2011, las ganancias globales por acción han sido flojas, mientras los precios de las acciones han aumentado algún 30%.

Los múltiplos precio/ganancias han ido de 12 a 16 durante el proceso. Aumentos tan fuertes a menudo ocurren al inicio de un ciclo del mercado de acciones, después de un ciclo extremo, pero este ciclo comenzó mucho antes, en marzo de 2009, cuando el sentimiento empezó a recuperarse después de la implosión de Lehman.

El estratega de acciones globales de Citigroup, Rob Buckland, indica que esta es la mayor reclasificación de medio ciclo en 40 años. ¿Puede la data que surge de las compañías del mundo justificar dicho incremento en el optimismo?

Hay enormes diferencias por la geografía y por el sector. Usando la data Bloomberg respecto el seguimiento de las ganancias por acciones a 12 meses, la divergencia entre EEUU corporativo y el resto del mundo desarrollado, particularmente Europa, se vuelve clara.

Los ingresos de EEUU están aumentando, y a un récord 16% por encima de su pico precrisis del 2007. Ellos se han elevado un 120% desde su baja precrisis.

En los mercados emergentes, las ganancias por esta medida llegaron a un nivel máximo en el 2011, por encima de su pico previo a la crisis, pero ahora están en una tendencia descendente, bajando un 16.5% de su pico poscrisis. Y las ganancias para el índice MSCI “EAFE”, cubriendo los mercados desarrollados fuera de Norteamérica, parecen terribles, bajaron un 46% de su pico precrisis, y siguen bajando firmemente.

Una década atrás, el mundo corporativo estuvo creciendo más homogéneo, y las diferencias geográficas entre los mercados de acciones estuvieron disminuyendo. No más.

Donde sea que EEUU corporativo esté generando sus beneficios, no es de las rentas, que de acuerdo a la tabla de puntuación mantenida por Thomson Reuters son exactamente flojas, subiendo un 0.0% desde el primer trimestre del año pasado.

Es cierto que esto se debe mayormente a menores precios de materias primas, y un combustible espectacularmente barato gracias a la llegada del esquisto; los beneficios de las compañías energéticas habían bajado un 14.8% en ese periodo, mientras los grupos de materias primas han bajado hasta un 4.2%.

Todos los demás, al menos, esperan cierto crecimiento positivo de los ingresos. Pero esto está fuera de orden con el crecimiento de ganancias de 5.3% en el mismo periodo (que incluye un pequeño 0.5% de incremento para las compañías energéticas).

En Europa, los ingresos están peor; bajando un 3% anual, de acuerdo a UBS. Esta no es una gran sorpresa, dado el estado de la economía europea, pero la extensión del daño a las primeras líneas no parece haber tomado a los corredores por sorpresa.

Europa tuvo su temporada de ganancias poscrisis más decepcionante, con la proporción de compañías más baja llegando a su pronóstico desde el 2008. Los pronósticos de ingresos para este año han sido reducidos para cada sector europeo, excepto el petrolero.

Los pronósticos de ganancias, según lo calibrado por I/B/E/S, no indican que estas tendencias se reversarán pronto. Para EEUU, los pronósticos para los próximos 12 meses están aumentando y a un récord, hasta más de un 20% desde su pico precrisis; las ganancias europeas están programadas para un estancamiento adicional, algún 40% por encima de su pico antes de la crisis crediticia.

Entonces, ¿por qué impulsar en ascenso los múltiplos de las acciones en estas circunstancias? Mucho tiene que ver con la reducción percibida en el riesgo posterior. El desastre de la eurozona parece mucho menos probable ahora que  18 meses atrás.

Pero también tiene que ver con la forma en que las compañías usan el dinero. Los márgenes, ya altos, se están ampliando adicionalmente. Las bajas tasas de interés y una economía deprimida permiten más altos ingresos sobre las ventas bajas.

Es sensible llamarlos a volver a la media en cierto punto, y es difícil ver cómo los márgenes pueden ampliarse mucho más. Pero en una época de represión financiera, los inversionistas están abandonando los pronósticos de una baja inmediata en los márgenes. Eso conduce a empujar hacia arriba los múltiplos precio/ganancias.

Las compañías en Europa también han incrementado los dividendos en los pasados dos años, aunque las ventas y ganancias han descendido. Esto mantiene contentos a los inversionistas cuando los rendimientos sobre los bonos se mantienen tan bajos.

No sólo ellos están priorizando los ingresos sobre las ventas en el presente; cuando se trata de usar su efectivo, ellos también están priorizando los deseos actuales de sus accionistas mediante los  dividendos, sobre la posibilidad de que los gastos de capital impulsen el crecimiento.

Esto ha ayudado a las acciones a recuperarse en un entorno inusual de bajos rendimientos. Esto no hace nada para aumentar las esperanzas para el crecimiento económico. Y después de una recuperación sin respaldo de los beneficios o las ventas, las acciones no ofrecen gran valor.

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