Hoy 
Personas interesadas en obtener su primera cédula o duplicados por pérdida han encontrado dificultades en los centros de cedulación por falta del plástico conque se elabora la identificación.
Esta situación entorpece gestiones de orden personal para las cuales se requiere la presentación de la cédula.
La falta de plástico en los centros de cedulación coincide con la decisión de la Junta Central Electoral (JCE) que ha extendido hasta el 2012 la vigencia de la actual cédula, aunque no necesariamente debe verse como que una cosa tiene que ver con la otra.
Hasta el momento, no ha habido una explicación oficial acerca de la falta de plásticos en los centros de cedulación.
La situación es bastante incómoda para jóvenes que necesitan la cédula para demostrar la mayoría de edad, para gestionar empleo o cualquier otra gestión y también lo es para quienes han perdido el documento original y necesitan constancia de su identificación personal.
La Junta debería subsanar cuanto antes estos inconvenientes, entre otras cosas para evitar aglomeraciones cuando esté próxima la caducidad de la actual cédula.
No parece haber justificación para estos inconvenientes tan molestos para los ciudadanos.
Dolor y fuerte indignación
A la niña Darielkis Nicole Leyba Santana le arrebataron la vida en una sociedad que debe sentir vergüenza por no ser capaz de controlar los antivalores que alimentan la delincuencia y la perversidad.
Ella cayó mortalmente herida al quedar en medio del fuego cruzado de dos bandoleros que dirimían una disputa a tiros, en plena calle del sector El Caliche de San Luis, en Santo Domingo Este.
La sociedad dominicana está atrapada por el terror de las bandas, que se valen de las armas para resolver sus diferencias y que atemorizan a las familias, haciéndolas incapaces de denunciar las conductas torcidas.
La muerte de Darielkis ahonda el dolor y la indignación, porque reafirma que la seguridad ciudadana está en manos de los que son capaces de dañar vidas inocentes y meter miedo, y no de la autoridad que debería prevenir y castigar.
