POR LEONORA RAMÍREZ S.
Las elecciones congresionales y municipales que se realizan hoy, en las que tienen derecho al voto más de cinco millones de dominicanos, no representan un aporte a la democracia porque tienen a su alrededor la corrupción  y el clientelismo político, consideró el politólogo Pedro Catrain.

Estos comicios se celebran en un contexto de gran fatiga, agotamiento y repudio de  la ciudadanía hacia la clase política, afirmó el experto al destacar que la sociedad dominicana ha perdido la confianza en los partidos porque sus principales representantes no han llenado sus expectativas.

Cuestionado igualmente sobre el rol de estos comicios en lo concerniente al fortalecimiento democrático, Francisco Cueto, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), manifestó que los mismos convocan a todos los sectores a una reflexión  sobre la calidad de los candidatos y de la democracia.

Al hacer un balance sobre esos aspectos dijo que se deben fortalecer mucho más, porque el discurso de campaña no se basó sobre un plan estratégico de desarrollo desde los gobiernos locales o el Congreso, sino que se planteó la idea de la exclusión cuando los políticos descalificaban a sus contrarios.

Los dominicanos elegirán 32 senadores, 178 diputados, 151 síndicos e igual cantidad de vicesíndicos, y 963 regidores y sus suplentes, en los 12,371 colegios electorales distribuidos en todo el país.

UNA CAMPAÑA OBSCENA

Para Catrain la campaña electoral, que finalizó antier, fue obscena y frustrante porque los políticos les faltaron el respeto a los ciudadanos al no presentar propuestas.

Los candidatos a síndicos, senadores y diputados aspiran a esos cargos para obtener una promoción social y económica, pero sin  ningún tipo de compromiso real con electorado, expresó.

“Estas son unas elecciones frustrantes porque no hubo contenido, pero sí mucha estridencia, muchos gastos excesivos en publicidad banal, y la presencia abrumadora del presidente Leonel Fernández que aprovechó ese escenario para profundizar un liderazgo con miras a la reelección presidencial”.

Ante tal panorama político que recrea Catrain la solución que él considera es el advenimiento de un nuevo liderazgo, extraído de las reservas morales que aún tiene la República Dominicana

“Yo creo que la única solución  para la democracia es que haya más democracia, pese a que la sociedad dominicana se está cansando de la clase política, y de que tenemos un desarrollo económico irritante porque muchos quedan excluidos del mismo.

“Por eso se producirán alternativas ante el deterioro de los partidos.  El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) está en proceso de desaparición, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) lo controla el expresidente Hipólito Mejía, quien tiene una alta tasa de rechazo, y en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) habrá problemas por el interés del Presidente de consolidar su liderazgo”. Sin embargo, resaltó que ese escenario obligará al país a buscar nuevas opciones porque una nación no puede quedarse sin partidos políticos.

MAS QUE CLIENTELISMO

Cueto consideró que los temas que le interesan a la gente, como la política social, la transparencia, el crecimiento económico, el estado de derecho o la inseguridad ciudadana, estuvieron ausentes en la pasada campaña electoral.

“En vez de ser esos temas, de cómo articular  una propuesta de nación, que incluya la educación, la salud, la solución de la crisis del sector eléctrico, muchos candidatos fundamentaron sus campañas sobre la base del clientelismo, de repartir ilusiones, y eso dista mucho de la calidad que debe tener un político.

“Estas elecciones nos convocan a que tanto los partidos como las demás fuerzas representativas podamos entender ese proceso como un punto de partida para impulsar políticas que busquen lo fundamental en una democracia, que es el bienestar de las mayorías”.

Al referirse al futuro de los partidos dijo que la incongruencia existente entre las necesidades de los ciudadanos y las propuestas de los candidatos, profundizará el desprestigio de los partidos políticos.