Difieren sobre recientes sucesos Hatillo Palma

Difieren sobre recientes sucesos Hatillo Palma

POR GERMAN MARTE
El escritor Manuel Núñez manifestó ayer que el caso de Hatillo Palma, Montecristi, donde una comerciante dominicana fue muerta por dos haitianos que robaron en su negocio, es el preámbulo de acontecimientos que pueden darse en el futuro del país.

«Eso no es más que el santo y seña de lo que está ocurriendo en todo el país. Una situación de acoso por parte de esta inmigración (haitiana) y de descontrol por parte de las autoridades dominicanas», advirtió Núñez.

En cambio el historiador José Antinoe Fiallo consideró que el problema de Hatillo debe mover a una reflexión, pues a su juicio es el reflejo de la crisis que afecta a ambas naciones de la isla de Santo Domingo, donde habitan -entre haitianos y dominicanos- alrededor de 18 millones de personas, en dos sociedades pobres, llenas de desigualdades sociales y donde hay una lucha por la subsistencia.

Fiallo dijo que el crimen de la dominicana Maritza Núñez debe ser aclarado, «pero no se puede extender a una persecución de la población de origen haitiano, porque esa sería una expresión antidemocrática y que recurre a los esquemas heredados de la visión trujillista, que no puede ser reproducida».

Fiallo y Núñez emitieron sus opiniones al ser consultado por separado en torno a los acontecimientos de Hatillo Palma, donde tras conocerse la muerte de la dominicana y la herida a machetazo de su esposo a manos de haitianos, grupos de criollos persiguieron a los haitianos y quemaron sus viviendas.

Núñez vaticinó que si las autoridades dominicanas no le ponen coto a la oleada haitiana, «la gente va a comenzar a tomar justicia por sus propias manos y va a comenzar a hacer lo que hizo en Hatillo Palma: incendiar las casas de los haitianos y sacarlos a tiros».

Alegó que la  situación de los inmigrantes haitianos ha comenzado  a variar ostensiblemente y ya no es sólo mano de obra barata, sino también una gran cantidad de migrantes que no son laborales.

«Hay también una gran cantidad de enfermos, enfermos mentales, parturientas, niños y delincuentes», expresó Núñez, tras lo cual afirmó que en Haití se han vaciado las cárceles.

Significó que en el caso de Hatillo Palma, al deterioro del comercio fronterizo de Dajabón, se ha sumado una gran cantidad de haitianos desempleados que a su vez hace más precaria la situación de sus compatriotas que viven en el país y la de los propios dominicanos.

Entonces, explicó, esto ha provocado cierta tensión en Hatillo Palma y esto se ha agravado con los actos delincuenciales cometidos por los inmigrantes, no sólo en Dajabón, sino también en comunidades como Bonao, donde tienen atemorizado a los motoconchistas.

Indicó que en Hatillo Palma la población haitiana era mayoritaria y «eso mantenía una situación de chantaje».

Indicó que las provincias fronterizas del lado de Haití tienen más de 2.8 millones de personas, mientras que las dominicanas tienen menos de 300 mil pobladores dominicanos.

Eso hace que los dominicanos vivan en una situación de incertidumbre permanente.

Según Manuel Núñez, debido al abandono de las autoridades, los ganaderos de Dajabón han comenzado a armarse «hasta los dientes para defender sus propiedades».

Manifestó que las autoridades son las responsables de garantizar la seguridad en la frontera, pero si no lo hacen, los ciudadanos tienen que garantizársela a si mismos, porque no van a dejar despojar de sus propiedades ni imponer situaciones de hechos consumados en perjuicio de la soberanía nacional.

Consideró que la seguridad nacional es asunto tanto de las autoridades, pero también se precisa de la cooperación de la población civil.

ANTINOE FIALLO

Para el historiador Fiallo hay que tomar en cuenta que el actual modelo económico tiene una dimensión isleña, por lo que hasta que no se tenga una visión de desarrollo integral de la isla, aunque respetando las particularidades, para hacer que la isla pueda ser sustentable y que los casi 18 millones de habitantes pueden vivir con dignidad.

Empero, dijo que los modelos que se siguen a ambos lados de la isla no promueven ese desarrollo.

Señaló que los dominicanos progresistas tienen que enfrentarse a toda una escala de prejuicio racial con relación al negro y al mulato y van hasta el haitiano como el más negro de los negros. Mientras que la sociedad haitiana tiene que enfrentarse a una redefinición su visión del desarrollo y la  problemática  racial, pues tienen como imagen a la persona blanca, bien vestido, que hable español o francés.

Dijo que si no se tiene una visión global tanto en lo económico como en lo cultural, la situación se agravará en los próximos años.

Consideró que desatar una persecución contra todos los haitianos residentes en el país a propósito de los hechos de Hatillo Palma equivaldría a desviar la atención del problema de fondo que es hacia dónde debe orientar la lucha de ambos países, «y no enfrentando pobres haitianos con pobres dominicanos».

La señora Núñez, de 31 años, fue asesinada el lunes por un grupo de haitianos que intentó asaltar un colmado de su propiedad y provocó heridas a su esposo, Domingo Antonio Luna, de 30. Pocas horas después se inició una persecución masiva contra haitianos por parte de dominicanos que hizo huir a centenares de haitianos junto a sus familiares, dejando atrás sus escasas pertenencias, que en la mayoría de los casos fueron incendiadas.

Hasta ayer cientos de haitianos tuvieron que abandonar Hatillo Palma, algunos fueron repatriados, mientras que otros fueron repatriados por las autoridades.

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