Digna trayectoria y triste final

Digna trayectoria y triste final

[b]Señor director:[/b]

Todos los dominicanos debemos estar de acuerdo en, que si existe una organización deportiva y social que haya realizado grandes aportes al desarrollo deportivo en particular del país, e incluso a su desarrollo social y comunitario, esa es la que representa con orgullo y dignidad, en la capital dominicana, a la barriada de Villa Juana, me refiero, como es obvio, al Club Maurico Báez.

Limitado sería este espacio para enumerar los importantes y numerosos aportes y logros institucionales, sociales, barriales, individuales y colectivos que el Mauricio Báez ha realizado desde su fundación. Significativo es su papel en defensa de los mejores intereses nacionales, el soporte a la juventud, en los azarosos días de aquella oscura época de nuestra historia, conocida como «los 12 años». En ella hubo un extraordinario desarrollo de la cultura asociativa, con el surgimiento y creación de cientos quizás miles de Clubes en todo el país, y el Mauricio Báez tiene un espacio importante en esa historía clubística dominicana.

¿Qué podemos decir de todo lo que esa organización ha logrado en favor de Villa Juana? Escuelas, dispensarios médicos, complejo habitacional, polideportivo, etc… Sin dudas que su labor ha contribuido, de manera fundmental, a la creación y consolidación de un sentido de pertenencia e identificación de cada uno de los habitantes de esa popular barriada con la entidad. Esto la ha convertido en símbolo enhiesto de lo que es capaz de lograrse con la unidad y convergencia de esfuerzos y voluntades de las personas, en favor del desarrollo y crecimiento de una comunidad.

Es decir, el Mauricio Báez es una entidad prestigiosa y con un distinguida trayectoria en diferentes ámbitos sociales, en especial numerosos son los atletas y dirigentes deportivos que provienen de su cantera y que han brillado en el campo deportivo, inlcuyendo la crónica deportiva. En particular considero que la historia del baloncesto dominicano no se podría escribir sin dedicar un capítulo aparte al Club Mauricio Báez y sus miembros en todas las categorías y en ambas ramas.

Sin embargo, todo en la vida tiene un principio y un final. Más aún en el breve espacio existencial de toda entidad viviente a veces importa más cómo se termina que cómo se empieza, de hecho la historia se escribe en función de ese principio. En tal sentido pienso que el Mauricio Báez y sus dirigentes, que por cierto me resultan eternos están dando señales de agotamiento y evidencian necesidad de cambios, peor aún creo que no justiprecian el valor social de esa organización, de ahí el pobre e indecoroso papel representado con su retirada, en plena fase final, del Torneo Superior del año pasado. Ahora se une la anunciada retirada del torneo de este año, a pocos días de su inicio.

Es evidente que la débil estructura institucional del país, la conciencia de su peso específico en el baloncesto dominicano, la posición social de algunos de sus mentores y dirigentes, permiten estas indignas actuaciones sin recibir las oportunas y merecidas y necesarias sanciones. Peor es que anuncian su vuelta el año próximo como si el Torneo les perteneciera , esto nos obliga a plantear hasta cuando se mantendrá la situación de exclusión y exclusividad de unos pocos clubes en es evento? De todas formas me parece un triste final para una entidad con tan digna trayectoria.

Atentamente,

Edgar Omar Ramírez Read

Valladolid, España

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