Dignidad y valores: ¿qué es eso?

Dignidad y valores: ¿qué es eso?

“Nadie ama lo que no conoce” es una expresión muy concurrida y se presta para pensar que quien carece de dignidad y no conoce los valores, no puede amar la expresión que define esos principios intrínsecos de los humanos.
Dignidad es un nombre femenino y valor es un nombre masculino; así está definido en el diccionario, es como si quien inventara y creara los conceptos los ubicara a cada cual según el género.
La dignidad es la cualidad de la que se hace valer la persona cuando se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás, y no deja que lo humillen ni denigren. La cualidad de digno está referida al valor inherente al ser humano por el simple hecho de serlo, en cuanto ser racional dotado de libertad. Esta definición es la más alta expresión de la condición del ser humano y se ajusta a la reflexión sobre valores y derechos como la vida y la libertad.
El mayor irrespeto a la dignidad que como palabra femenina encontramos es la eliminación física de la mujer, manifestada en los feminicidios que vemos con estupor cada día, que son de gran preocupación para los científicos sociales y los creadores de políticas públicas.
El valor como palabra masculina es una cualidad o conjunto de cualidades por lo que es apreciada o considerada una persona o cosa, como el valor de la palabra, de un acto, de una acción que se agregan a características físicas o sicológicas tangibles a alguien que vale por su integridad.
Tanto la dignidad como los valores hacen que los seres humanos actúen como personas capaces de usar el raciocinio para proporcionar una convivencia pacífica entre sus congéneres y contribuir con la construcción de una sociedad sana.
Todo esto lo pensamos a propósito de los feminicidios, porque han surgido numerosas discusiones sobre el tema en las redes sociales, incluyendo a algunas figuras públicas que justifican el comportamiento machista de muchos que han culminado con la exterminación de familias, porque definitivamente, cuando se elimina a la mujer desaparece la familia.
Entre otros de esos argumentos que se alegan sobre los feminicidios muchas opiniones coinciden en que la música, la televisión y otros medios influyen e incentivan los crímenes. Las letras de la música urbana, que no deja espacio a la imaginación, es otra de las justificaciones que se esgrimen, generalmente en América Latina, donde ocurre el 50 por ciento de los asesinatos globales contra las mujeres, según datos de la ONU.
Lo que ocurre en nuestro país y en la región es para reflexionar sobre los conceptos dignidad y valores; solo educando a las futuras generaciones sobre el respeto a la dignidad y a la vida, a volver a valorar a la familia, inculcar estos valores desde las escuelas y asumirlos como una conducta que se integre al ADN de la sociedad, podríamos algún día decir ¡YA! La música urbana seguirá, y todo lo que pudiera generar violencia seguirá, pero pasará, como ocurre con todas las modas. Lo que debemos garantizar que nunca pase de moda es el respeto a la vida y a la libertad.

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