Dilemas de la educación

Dilemas de la educación

A pesar de la urgencia que para el país supone contar con educadores suficientemente capacitados para impartir clases que formen jóvenes y adultos aptos para los desafíos del futuro, la comprobación mediante exámenes de la deficiente instrucción lograda por muchos bachilleres tiene en aguda escasez de discípulos a los medios académicos de capacitación magisterial.

El bajo nivel formativo que emerge de los liceos conduce a la disyuntiva de: quitar rigor al cedazo que cierre el paso a quienes no reúnen la capacidad requerida para la especialización brindada, o flexibilizar, con riesgos para los fines de eliminar imperfecciones, los requisitos de admisión para abrir espacio a los quemados que están llegando en oleadas.

En su defecto, la alternativa sería proponerse, con mayor inversión de tiempo y recursos materiales y pedagógicos bien fundados elevar la competencia de quienes imparten enseñanza, al menos en los segmentos de primaria y secundaria.

Se evidencia que la elevada inversión en construir escuelas y llevarlas a manos más profesionales, no está contribuyendo a la optimización de aprendizajes que la sociedad merece, lo que obliga a pretender un consenso de liderazgos del sector para sobrepasar el estancamiento que desafía los mecanismos de decisión y de autoridad.

Un balance que obliga a revisar la aplicación del 4% para la educación mostrando capacidad para llevarla a mejor sitial.

Exclusiones incompletas

Los institutos castrenses y la Policía Nacional son las fuentes ad hoc de personal para otros organismos importantes de seguridad del Estado como la DNCD, entre otros.

En ellos, militares y agentes quedan sometidos a un orden disciplinario para acciones contra el crimen que pone a prueba su integridad y competencia… y cuando fallan de alguna manera y sus nuevos superiores les descubren, suele ponérseles fuera de esas filas de malas maneras.

Lo cuestionable para la institucionalidad de tales agencias y de la lucha contra los comportamientos lesivos es que las tachaduras expiran inexplicablemente. Las conductas comprometedoras de efectivos irradiados no quedan impedidas de retornar a los cuarteles de procedencia. Una amnesia o condonación de gran riesgo para la sociedad borra los pasados de quienes incurrieron en faltas que a veces alcanzan gravedad.

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