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RIO DE JANEIRO.— Dilma Rousseff, quien está suspendida como presidenta de Brasil, dijo a una comisión del Senado, que sopesa si la remueve permanentemente de su cargo o no, que su caso es una farsa. Se prevé que la decisión final sobre su caso se dé después de los Juego Olímpicos de Río, que son en agosto.
A través de una misiva, leída por su abogado principal el miércoles, Rousseff dijo que ella es honesta y prometió luchar para terminar su gobierno, que termina a fines del 2018.
Rousseff fue impugnada y suspendida en mayo por supuestamente quebrantar leyes fiscales al administrar el presupuesto federal.
Tal como lo ha hecho antes, Rousseff resaltó en su carta que presidentes anteriores usaron similares medidas contables. Rousseff fue reemplazada, al menos temporalmente, por su vicepresidente Michel Temer, exaliado que ahora es su enemigo.
