Uruguay. —La expresidenta brasileña Dilma Rousseff encabezó hoy un acto de los sindicatos uruguayos contra el neoliberalismo y en reclamo de mejoras salariales.
«Los gobiernos populares son atacados frontalmente del norte al sur de nuestro hemisferio», dijo Rousseff en la céntrica plaza Cagancha de la capital uruguaya rodeada de miles de trabajadores que la vivaban. «Hay una tentativa de retroceder a la situación pasada donde la inmensa desigualdad que todavía recae sobre nuestros pueblos era todavía mayor», agregó.
Rousseff insistió en que fue víctima de un «golpe de Estado parlamentario», afirmación que fue apoyada por los sindicalistas uruguayos que también hablaron en el acto. Por la tarde, será recibida en la sede de la coalición gobernante Frente Amplio.
Antes del acto el secretario general de la central obrera Marcelo Abdala afirmó en rueda de prensa que «el campo social y popular de nuestro continente fue trabajando de forma ardua a fin de que esta acción del 4 de noviembre se convierta simbólicamente en un día muy importante. Además, en esta jornada se estará conmemorando la derrota de una de las ideas del imperialismo norteamericano que fue el ALCA».
Respecto de la participación de Rousseff sostuvo que «fue injustamente depuesta por lo que consideramos fue un golpe de Estado. Por lo que esta movilización de carácter continental, que es parte de una lucha democrática, condena de forma enérgica la nueva metodología de golpes blandos que el imperialismo norteamericano está sosteniendo».
Los sindicatos uruguayos realizan una huelga de cuatro horas contra el modelo neoliberal y en reclamo de una mejora salarial para los trabajadores que evite que pierdan poder adquisitivo frente a la inflación. «Queremos que se ajuste por el 100% de la inflación o que se acuerde un correctivo anual. Esto no es nada desmesurado», sostuvo en rueda de prensa Fernando Pereira, presidente de la central obrera.
Según datos oficiales de septiembre la inflación interanual fue de 8,9%.
Pereira informó que en el sector del comercio decenas de miles de trabajadores ganan 10.000 pesos (unos 350 dólares) al mes. «¿Cómo alguien puede pensar que un trabajador puede vivir con 10.000 pesos?», preguntó.
Este es el octavo paro general de cuatro horas que realiza el sindicalismo uruguayo desde que en marzo de 2015 asumió el presidente Tabaré Vázquez, quien también enfrentó otras dos huelgas generales de un día completo.