La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, declaró que unas grabaciones filtradas recientemente demuestran que los intentos por expulsarla del poder solo buscaban frenar una amplia investigación de corrupción que ha implicado a numerosos líderes políticos y empresarios.

En una entrevista publicada hoy, Rousseff dijo al periódico Folha de S. Paulo que la revelación de las grabaciones le dio esperanzas de volver a la oficina presidencial.

Las grabaciones filtradas, en las que se escuchan las voces de tres políticos que presionaron por su destitución, parecen vincular los intentos por su expulsión con los esfuerzos por detener la investigación. Los implicados han negado tal interpretación.

Rousseff ha sido suspendida en espera de un juicio político en el Senado. Su exvicepresidente, Michel Temer, funge como presidente provisional.