Dimite asesor Vladímir Putin

Dimite asesor Vladímir Putin

Moscú (EFE).- El asesor económico de la Presidencia rusa, Andréi Ilariónov, dimitió ayer en protesta contra la creciente intervención del Estado en la economía y denunció que Rusia ha dejado de ser un país libre y democrático.  Ilariónov, la última voz crítica dentro del equipo del Kremlin, declaró en una rueda de prensa que durante los seis años de la presidencia de Vladímir Putin en Rusia ha ocurrido “un cambio de régimen político”.

“Una cosa es trabajar en un país parcialmente libre, como Rusia era hace seis años, y otra muy diferente en un país que ha dejado de ser libre (…) En Rusia no quedan posibilidades de llevar a cabo una política de libertad económica”, sentenció.

Entre los “numerosos motivos” de su dimisión, Ilariónov destacó los tres principales: “el cambio de la política económica y del modelo económico, el cambio del régimen político y la aparición de un modelo corporativista del Estado”.  Explicó que al asumir su puesto hace seis años pretendía “crear las condiciones para mayores libertades económicas en Rusia, pero en ese tiempo la situación ha cambiado radicalmente, y el último año quedó claro que es otra no sólo la política económica, sino ya el modelo económico del país”.

“Es un modelo corporativista, donde predominan las corporaciones que, siendo estatales por su nombre y estatus, sólo se guían por sus propios intereses”, indicó el economista liberal, de 44 años.  Su puesto de asesor de la Presidencia “aún permitía oponer resistencia al creciente intervencionismo del Estado” en la economía, pero “en el último año acabaron con toda posibilidad de influir en la política económica”.

“Yo no me he comprometido a trabajar para un Estado así, no tengo con él contrato y no le he jurado lealtad”, precisó Ilariónov, famoso por sus críticas al Kremlin por la involución democrática, los recortes de las libertades económicas y la cleptocracia.

De hecho, la dimisión de Ilariónov se esperaba desde hace un año, cuando Putin lo destituyó como su representante ante del Grupo de los Ocho (G8) países más industrializados del mundo.

Hoy explicó que renunció a aquel cargo no sólo por oponerse a la firma del Protocolo de Kioto sobre la reducción de las emisiones de gases tóxicos, que en su opinión limita el crecimiento económico del país, sino porque “Rusia ha dejado de ser democrática y libre”.

“Hasta hace poco nadie me imponía limitaciones cuando expresaba mis puntos de vista. Pero ahora la situación ha cambiado”, denunció el economista.

Ilariónov es la única voz en el Kremlin que se opuso a la campaña de acoso y derribo de la petrolera privada Yukos, a la que el Estado en 2004 le arrebató su principal filial, lo que tachó de “estafa del año” que disparó la fuga de capitales y ahuyentó a los inversores.

“Antes esto era cosa de trileros, pero ahora lo hacen compañías del Estado”, comentó Ilariónov, quien también criticó a Putin por suprimir las elecciones de los gobernadores, ahora nombrados a dedo, y poner duros filtros para la actividad de los partidos opositores.

La semana pasada, criticó al Kremlin por declarar la guerra del gas a los países díscolos de la comunidad pos-soviética, al subirles el precio del combustible, y tachó de “mayor estafa desde la caída de la URSS” la oferta pública inicial de venta (IPO) de las compañías estatales que planifica lanzar el Gobierno ruso.

“La propuesta de lanzar al mercado las IPO de las empresas públicas, acompañada por la emisión adicional de acciones de esas compañías, es parte de los preparativos para el saqueo de la propiedad del Estado a gran escala y del modo más cínico posible”, declaró.

Añadió que “se prepara un gran saqueo de turno del Estado y, por consiguiente, de todos sus ciudadanos”, y de una estafa más dañina que las oscuras privatizaciones pos-soviéticas y las “subastas hipotecarias” que sólo beneficiaron a un puñado de oligarcas.

“Ilariónov es un economista liberal convencido, y el Kremlin lo tenía ‘de exportación’, para mostrar a Occidente que respalda las ideas liberales”, comentó el politólogo Alexéi Makarkin, director adjunto del Centro ruso de tecnologías políticas.

Según Mijaíl Deliáguin, presidente del Instituto de problemas de globalización, “la dimisión de Ilariónov no repercutirá en el rumbo económico del Estado, pues sólo servía para maquillar el régimen de Putin, como una hoja de parra”.

“Pero ahora el poder ha llegado a tal nivel de idiotez que no necesita ni hojas de parra”, señaló Deliágiun y añadió que “a partir de ahora, Ilariónov se convierte en enemigo personal de Putin y de todo el sistema político y económico ruso”.

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