¡Dionisio Blanco: Cifras y Tiempos del Dibujo!

¡Dionisio Blanco: Cifras y Tiempos del Dibujo!

Desde hace más de dos décadas, el circuito artístico y cultural dominicano se acredita progresivamente gracias a la intensa actividad que logran desplegar dos destacados galeristas que, de manera lúcida y visionaria, han venido apostando con gran sensibilidad y resolución al reconocimiento y la promoción del dibujo como manifestación artística de primer orden. Ellos son Mildred Canahuate y Juan José Mesa.
En este trayecto, cada uno con sus probados criterios profesionales, su propio estilo de trabajo y su admirable capacidad recursiva, estos dos hiperactivos y exitosos galeristas y gestores culturales se establecen como referencia básica para los principales coleccionistas y estudiosos de las artes plásticas y visuales dominicanas de la modernidad.
Desde mediados de la década de los 80 hasta la actualidad, tanto desde la Galería Arawak como a través de la Fundación Arawak Inc., el Salón Nacional del Dibujo, el Salón Internacional del Dibujo de Santo Domingo, el Museo del Dibujo Contemporáneo y el Festival del Dibujo, Mildred Canahuate materializa su apuesta por la autonomía estética y significativa del dibujo con una pasión, unos niveles de compromiso y unos resultados definitivamente ejemplares y enriquecedores.
Es más, como prueba extensiva de tales resultados, pueden considerarse algunos proyectos inspirados en su apuesta visionaria y ejemplar, tales como la titulada “El Dibujo en Colecciones Dominicanas”, organizada por Manuel Toribio, Alonso Cuevas y Miguel Valenzuela (05-06-2016) en la sala Jaime Colson de la Escuela Nacional de Artes Visuales. Esta muestra puso en evidencia cómo los maestros fundamentales de la plástica dominicana de la modernidad han dejado aportes trascendentales a través de la disciplina primordial del dibujo.
Juan José Mesa ha proclamado que “noviembre es el mes del dibujo”. Yo diría que el 2016 fue el año del dibujo en Santo Domingo, ya que en octubre la Fundación Arawak Inc. ha celebrado el “IV Festival del Dibujo”. Y este festival no es más que la atractiva y reveladora modalidad organizativa con que Mildred Canahuate insiste y persiste de manera impecable; renovando su pasión, sus esfuerzos y sus sueños en su inefable propósito de garantizar el vital espacio de la apreciación, reconocimiento y valoración del dibujo artístico en nuestra sociedad.
En la última década, a Juan José Mesa le ha tocado mantener encendida la chispa que designa impecable la misma trayectoria de Mildred Canahuate como galerista y como gestora cultural. Esta chispa revitalizadora del compromiso radical que profetiza las huellas, la creación de conciencia y el legado incontrastable, sin duda, es la misma que sigue signando el interés y la preocupación por el desarrollo de la práctica dibujística y por la consagración de un espacio especializado del dibujo en Santo Domingo.
Desde el 2007, Juan José Mesa, a través de su galería y el Centro de Estudios del Arte Caribeño (CEAC), organiza de manera sostenida el evento expositivo denominado «TINTA» con la idea de propiciar una sólida plataforma para el estímulo, la reflexión, la promoción y la difusión del dibujo como una de las prácticas artísticas de mayor desarrollo y vitalidad expresiva en la actualidad. En el 2013, este proyecto fue organizado con precisión, óptimos resultados y mayores expectativas en la Galería Nacional de Bellas Artes como “Primera Bienal Internacional del Dibujo”.
Desde mediados de noviembre, la galería Mesa Fine Art presenta la novena edición de “TINTA”, resumida al máximo mediante una exquisita muestra de dibujos, ejecutados a la tinta y el lápiz sobre papel por el consagrado Dionisio Blanco y seleccionados por Juan José Mesa a partir de una carpeta que este emblemático, prolífico y delirante fabulador del “trópico secular” había estado “silenciando” desde 1972.
Los dibujos más recientes (2016) que integran la muestra se constituyen en verdaderas revelaciones del diálogo lúdico y lúcido que Dionisio Blanco llega a ensayar a partir de su íntima exploración y celebración de los códigos visuales, el lenguaje abstracto-geométrico y los postulados estético-filosóficos del inmortal artista dominicano Paul Giudicelli (1921-1965).
Fusionando técnicas, estilos, temáticas y repertorios sígnicos, Dionisio Blanco logra suscitar un imprevisto y mixtificado cifrario visual capaz de remitirnos a la polisíntesis cultural identitaria de lo real maravilloso, el signo mágico ancestral y las mitologías cotidianas del absurdo. Así, el creador de las enigmáticas y emblemáticas imágenes de “sembradores de la memoria” se divierte, se recrea, medita, apropia, tararea y subvierte la “secreta” gramática plástica de Paul Giudicelli al mismo tiempo que bate palmas, sublima y glorifica el legado patrimonial que contiene su triunfo estético-espiritual.

Otras deliciosas pruebas de la producción dibujística “dionisíaca” son avances y “pre-textos” radicales de una serie de obras pictóricas paradigmáticas realizadas por el artista a largo de su fructífera y exitosa trayectoria. Estos trabajos testimonian el especializado y magistral dominio de la naturaleza, las formas, las técnicas y los medios estéticos propios del dibujo que posee Dionisio Blanco. Así que la entrega de “TINTA 2016” trasluce efectivamente las profundas raíces de su formación y de su condición de pupilo excepcional de Jaime González Colson (1901-1975), quien, junto a Josep Gausachs (1889-1959), constituye el dúo de maestros académicos más influyentes en las artes plásticas dominicanas del siglo XX.

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