Dios nos da la oportunidad de empezar de nuevo

Dios nos da la oportunidad de empezar de nuevo

Montserrat Bogaert

Mientras no confesé mi pecado, mi cuerpo iba decayendo por mi gemir de todo el día. Salmos 32: 3.

El temor a ser reprendido o señalado por los demás cuando cometemos pecado nos cohíbe de confesarlo, por lo tanto las consecuencias que se generan producto del silencio son devastadoras. Nuestro espíritu va apagándose hasta el punto de preferir la muerte que seguir viviendo, debido a que la carga se hace más pesada e imposible de sostener.

Por eso, es necesario que permanezcamos bajo las alas del Altísimo, las cuales nos darán aliento de vida cuando nuestro corazón se quebrante delante de Su Presencia y reconozca que ha fallado.

Dios no se aparta; nosotros nos alejamos cuando dejamos que el enemigo ciegue nuestro entendimiento y pecamos. Muchos piensan que Dios tiene un látigo para castigarnos por nuestros hechos, y no es así. Él, al que se arrepiente y confiesa sus pecados, lo espera con los brazos abiertos para restaurarlo y levantarlo.

No importa la magnitud de tu pecado; tan solo importa que reconozcas al único que tiene un corazón lleno de misericordia y nos da la oportunidad de empezar de nuevo, haciéndonos entender que ese lugar (pecado) no es para nosotros y dándonos las fuerzas para no volver a hacerlo.

Más leídas