Diplomacia se impone Colombia-Venezuela

Diplomacia se impone Colombia-Venezuela

BOGOTA (AFP).- Los gobiernos de Colombia y Venezuela bajaron el tono de su confrontación por la captura de un guerrillero de las FARC, al tiempo que la labor de buenos oficios de varios países de la región comienza a consolidarse como la solución a la crisis.

Las declaraciones fogosas en Bogotá y Caracas, que fueron la tónica desde el viernes pasado -día en que el presidente Hugo Chávez anunció la suspensión de los negocios bilaterales- parecían dar paso a posiciones más reposadas, a lo que ha ayudado la entrada en escena de varios países que han ofrecido sus buenos oficios para solucionar el conflicto.

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, quien el lunes pasado anunció que ayudaría a solucionar la crisis si alguno de los dos países se lo solicitaba, se reúne este miércoles con Alvaro Uribe en la amazónica ciudad colombiana de Leticia, y es previsible que en la cita -pactada antes de la crisis- sea tratado el tema.

Mientras tanto el canciller peruano, Manuel Rodríguez, se reunió este miércoles con su homóloga colombiana Carolina Barco, tras haberse reunido la víspera en Caracas con Chávez y con el canciller Alí Rodríguez.

«Hay conciencia de que la situación que se ha generado es muy seria, pero al mismo tiempo creo que hay una disposición abierta y honesta para propiciar el camino que permita encontrar una salida. Corresponde a los dos países definir la vía del diálogo y del entendimiento», dijo el canciller peruano en entrevista con la AFP.

También se conoció el martes que el gobierno mexicano ofreció sus buenos oficios para destrabar la crisis de sus dos socios en el G-3, que integran esos tres países.

Estados Unidos intervino en la disputa con una declaración el sábado pasado del embajador en Bogotá, William Wood de apoyo total a la posición colombiana.

Esa postura se vio reforzada con las críticas el martes de la secretaria de Estado designada, Condoleezza Rice, contra el gobierno de Chávez, consideradas hoy como muy graves por el canciller Alí Rodríguez.

Para el analista Fernando Giraldo, en declaraciones a la AFP, «si el presidente Uribe acepta la intervención del presidente Lula, que es la persona más indicada para resolver el problema, me parece que es un paso hacia adelante».

«Creo que las mediaciones internaciones están encaminadas a bajarle la temperatura a todo esto, por lo menos convencer a Chávez de que restablezca completamente las relaciones comerciales, y que se adelante una investigación para que se esclarezcan los hechos. Nadie va a pedir disculpas acá», añadió.

La crisis colombo-venezolana se deriva de la captura el 13 de diciembre pasado del guerrillero de las FARC Rodrigo Granda, a quien las autoridades colombianas dicen haber capturado en Cúcuta.

Venezuela sostiene, en cambio, que previamente fue secuestrado en Caracas y luego llevado a la frontera mediante el pago de una recompensa, lo que se constituye en una violación de soberanía.

En ese intercambio, Colombia anunció que enviaría al gobierno venezolano pruebas de que ha habido presencia guerrillera en ese país, un propósito reiterado este miércoles por el ministro del Interior, Sabas Pretelt.

«El gobierno colombiano le entregará a Venezuela esas pruebas, de manera que no quede la menor duda de que la guerrilla colombiana ha traspasado la frontera cada vez que se siente agobiada por el ejército de nuestro país», dijo Pretelt.

La canciller Barco, en su primera declaración pública desde el comienzo de la crisis, dijo este miércoles, tras reunirse con su homólogo peruano, que nunca se han roto los canales diplomáticos con Venezuela y que siempre ha mantenido el contacto con Alí Rodríguez.

«Hay todo el mejor ánimo de buscar un diálogo y una salida a la situación. Los canales diplomáticos han estado funcionando todo el tiempo, pero los canales diplomáticos son reservados», sostuvo.

Y como para ratificar el espíritu que anima el actual momento de la crisis, el presidente Alvaro Uribe señaló ante la prensa que Colombia y Venezuela comparten el interés de unas «relaciones constructivas y positivas».

«Lo único que tenemos por el pueblo de Venezuela es afecto, y lo único que tenemos con el gobierno de Venezuela es el interés de unas relaciones constructivas y positivas», añadió.

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