Diplomático de Estados Unidos tuitea con cubanos 

Diplomático de Estados Unidos tuitea con cubanos 

El encuentro en una soleada plaza de La Habana fue casi revolucionario para la revolución cubana. Y también para la diplomacia estadounidense. Decenas de jóvenes blogueros y tuiteros se reunieron para hablar de su lugar en una sociedad socialista cuyos líderes han descrito a la internet como un “potro salvaje” a la que hay que domar y a la que deben tener acceso unos pocos.   

Entre ellos había algunos ardientes defensores del sistema comunista de los hermanos Fidel y Raúl Castro. Y también asistió una persona a la que muchos consideran su principal enemigo, un hombre de aspecto afable, cabello canoso, con sandalias, khakis y una camisa hawaiana.   

Desde su llegada a la Sección de Intereses de Estados Unidos hace nueve meses, Conrad Tribble ha pasado a ser tal vez su principal tuitero y ha dialogado con algunos de los críticos más acérrimos de Washington.   

Por años, la Sección de Intereses, que hace las veces de embajada extraoficial en vista de que no hay relaciones diplomáticas entre los dos países, ha tratado de entablar contactos con blogueros y tuiteros disidentes, que los líderes cubanos y sus simpatizantes cibernéticos describen como “mercenarios”.   

Por ello la presencia de un diplomático estadounidense en el encuentro del 10 de mayo entre tuiteros oficialistas generó una mezcla de alarma, recelo e incluso confusión. “Se imaginan, la Sección de Intereses compartiendo (confraternizando) con blogueros revolucionarios… ¿Qué estaremos haciendo mal”, comentó un tuitero que se presenta como Yohandry Fontana.   

Tribble escuchó mayormente por una hora lo que decían los demás sobre los problemas para entrar a la red en el país que tiene la conexión con internet más débil del Hemisferio Occidental. Un corto video de él hablando durante el encuentro que circuló en blogs cubanos y fue tuiteado por la cuenta oficial de la Sección de Intereses muestra una charla en la que brilló por su ausencia la encendida retórica que caracteriza las relaciones entre Washington y La Habana.   

Tribble promovió la discusión de temas en los que los dos bandos están de acuerdo, como su pasión por el béisbol, y también de asuntos en los que difieren, como el caso de cinco agentes cubanos condenados a largas penas de prisión en Estados Unidos.

El diplomático invitó a todos a seguir la conversación en Twitter. Hay muchas cosas de Cuba que no se conocen afuera, dijo Tribble en el video, agregando que esperaba “tener la oportunidad de participar en un diálogo”.   

Tribble, el número dos de la misión estadounidense, Desistió de ser entrevistado porque no tiene la autorización del Departamento de Estado. Pero todos los días hace una docena de comentarios sobre todo, desde las noticias de Cuba hasta su querido club de fútbol Bayern Munich.   

Su trato con las personas que critican a Estados Unidos es a menudo insólitamente cordial. Cuando Elaine Díaz, profesora de la Universidad de La Habana y autora de blog Polémica Digital, se quejó de que no le dieron una visa para participar en una conferencia de la Asociación de Estudios de América Latina en Washington a fines de mayo, Tribble dijo que estudiaría el tema.   

Dos días después, la mujer le agradeció a la Sección de Intereses por haber reconsiderado su postura y haberle dado la visa. “Me alegro mucho por usted”, le escribió Tribble. El estadounidense no se queda callado ante ataques que considera se pasan de la raya. Cuando Yohandry Fontana dijo en broma que a la bloguera disidente Yoani Sánchez no le caería bien el nuevo líder del parlamento cubano porque “no fue propuesto por Washington”, Tribble respondió: “No hemos propuesto a nadie”.   

“Pero sí notamos k el mismo día arrestan a muchos cubanos críticos. Democracia?”. En Cuba la internet es uno de los pocos instrumentos que tiene un diplomático estadounidense para dar a conocer lo que tiene que decir, aun tomando en cuenta que relativamente pocos cubanos tienen acceso a la web.

El estado y el Partido Comunista controlan casi todos los medios de prensa y rara vez mencionan a los enviados estadounidense, a menos que sea para acusarlos de conspirar con los enemigos de Cuba. Y Washington está deseosa de llegar a una audiencia más diversa, como se pudo ver en un cable diplomático difundido en el 2010 por Wikileaks que describía a la pequeña oposición que hay en la isla como gente anciana, inefectiva, consumida por riñas internas y ajena a los asuntos del resto de los cubanos.   

“Creo que es una gran idea”, expresó Ted Henken, sociólogo del Baruch College de Nueva York que trabaja en un libro sobre los medios sociales en Cuba. “Probablemente sea más importante para el gobierno estadounidense y sus representantes diplomáticos estar en contacto con la gente con la que no está de acuerdo en la mayoría de las cosas”.   

En el video Tribble dijo que lo que lo impulsó a participar en el encuentro fue la curiosidad acerca del uso que hacen los isleños de Twitter. Pero hay quienes tienen teorías más cínicas. El periodista y bloguero Iroel Sánchez, que no participó de la reunión, sostuvo que su presencia había sido una “provocación”.

En el blog La Chiringa de Cuba, Carlos Alberto Pérez escribió que los funcionarios de la Sección de Intereses se equivocan si piensan que a través de “la mentira, el acoso y la subversión a los jóvenes que coexistimos en la red llegará a florecer una sincera amistad o relación de ningún tipo”.   

Cuando Tribble le envió un correo electrónico a Pérez dándole garantías de su buena fe, el cubano le respondió en un tono más moderado y lo invitó a seguir debatiendo en la red. Cuba y otras naciones latinoamericanas afirman que Estados Unidos libra una “ciberguerra” a través de Twitter y otros medios con la que buscan ganar influencia en todo el mundo.

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