Charles Ries, un diplomático norteamericano que ha realizado una investigación para un centro importante de los Estados Unidos sobre la situación de Haití, plantea que el vecino país tiene que aprovechar la estabilidad política que ha logrado para impulsar un plan estratégico de desarrollo que propicie un clima de inversiones, generar empleos y abocarse a una reforma fiscal que garantice al Estado mayores ingresos.

Ries, quien el jueves pasado puso en circulación un  libro en que plantea propuestas para construir un estado haitiano más resistente, señala que el problema fundamental de Haití es la falta de capacidad administrativa y lo que necesita ahora es establecer una política clara de paz y tranquilidad y ejercer un gobierno con transparencia con un marco jurídico que  garantice  inversión nacional y extranjera.

Entiende que es necesario organizar el sistema  administrativo a fin de fortalecer las instituciones.

Además reconoce la necesidad de  que la sociedad civil y las organizaciones sin fines de lucro se involucren en el arduo trabajo de reconstruir el país, que ha sido afectado primero por dos grandes huracanes y por último por el terremoto de enero de 2010, agudizado por el brote del cólera.

A  juicio de Ries,  la carga impositiva actual está basada en pequeños impuestos que provienen principalmente de los trabajadores del gobierno pero que aportan muy poco al Estado y es necesario crear un sistema tributario que abarque a todos los sectores productivos.

Expectativas  El embajador Ries, director de la Corporación Rand, dijo que el presidente electo Michel Martelly tiene una gran oportunidad de aprovechar el momento, la esperanza que tiene el pueblo para el cambio, para introducir las modificaciones que requiere la administración del Estado para poder acceder a los recursos de la ayuda internacional para la reconstrucción de ese país.

Señaló que todas las expectativas indican que Haití puede mejorar su situación política, social y económica y superar las crisis en que ha estado sumergido.