Santiago de Chile. El diputado derechista chileno Felipe Kast denunció hoy, a su llegada a Santiago procedente de La Habana, que fue golpeado, esposado y retenido durante casi tres horas por participar en una manifestación pacifica de la organización Damas de Blanco, que pide la excarcelación de presos políticos en Cuba.
“Sin mediar diálogo llegó un grupo de choque del régimen castrista; procedieron a golpear a los que estábamos caminando, sin solicitarnos ninguna identificación, y nos llevaron detenidos”, declaró a la prensa en el aeropuerto Felipe Kast, que llegó sobre las 06.00 hora local (9-00 GMT) a la capital chilena.
El parlamentario, dirigente de la formación opositora Evópoli, agregó que permaneció detenido por más de dos horas y media, hasta que le fue permitido efectuar una llamada telefónica.
“No hubo diálogo, simplemente llegó un grupo de choque de aproximadamente cien personas en vehículos, en autobuses, y fui golpeado en el suelo, esposado y llevado a un lugar sin poder explicar ni entender alguna razón».
Según el legislador derechista, se trató de un “grupo de choque» del Gobierno cubano, ya que “sólo unos pocos” de quienes llevaron a cabo la detención estaban vestidos con uniforme policial.
Kast agradeció al canciller chileno, Heraldo Muñoz, y al embajador en Cuba, Gonzalo Mendoza, las gestiones para su liberación y añadió que viajó a La Habana por motivos familiares, ya que tiene parientes que viven en la isla.
“Espero que como sociedad podamos, más allá del hecho puntual que desgraciadamente me tocó vivir, reflexionar sobre lo que les toca vivir a estas mujeres que simplemente piden poder caminar en paz por sus familiares, que están detenidos, algunos de ellos (desde hace) 17 años”, añadió.
Según el parlamentario, quienes le detuvieron probablemente desconocían que él era un parlamentario chileno, pero ello, a su juicio, no le quita gravedad al incidente.
“Yo me imagino que no sabían que era diputado, lo que lo hace igualmente grave a como si lo hubieran sabido”, declaró Felipe Kast, quien denunció que cada semana las integrantes de la organización Damas de Blanco sufren el mismo trato del que él fue objeto, sin que ello sea noticia.