POR GERMAN MARTE
Las graves inundaciones que provocó el desagüe de la presa de Tavera en Santiago, y que dejaron más de una veintena de muertos, se debieron a un mal manejo técnico motivado por intereses económicos de parte de las autoridades, afirmó el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, quien entiende que se debe abrir un juicio para determinar quienes fueron los responsable de la tragedia.

“Hubo una irresponsabilidad marcada en ese desastre”, con fines de mantener la presa llena para turbinar (producir electricidad), sostuvo el diputado Mario José Fernández Saviñón (PRSC-Duarte).

Explicó que cada metro cúbico de agua que pasa por una turbina de la planta hidroeléctrica genera un kilovatio/hora el cual se cotiza aproximadamente a 13 centavos de dólar, “imagínese cuando tuvieron que derramar 20 millones de metros cúbicos de agua, perdieron de generar unos 20 millones de kilovatios/hora, eso tuvo un costo económico”.

Y fue por esa razón, según Fernández Saviñón, que esperaron hasta el último momento para desfogar la presa (verter el agua acumulada en el embalse),  al final tuvo que liberar de golpe una gran cantidad de agua que desbordó el Yaque del Norte provocando más de 25 muertes y cuantiosos daños materiales. Añadió que lo mismo ocurrió en las demás presas del país.

Quienes operaron las presas, según el legislador, pensaron más en el dinero que en la vida de las posibles víctimas, lo cual calificó como un genocidio.

Señaló que esta vez meteorología informó a tiempo sobre las posibilidades de que cayera una gran cantidad de lluvia, pero las autoridades del Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos (Indhri) no le hicieron caso.

Subrayó que el manual de operaciones de las presas indica que tan pronto se anuncia un fenómeno como la tormenta Olga, 48 horas antes de que afecte el territorio nacional  debe comenzar a desaguar las presas, para evitar lo que pasó en Santiago.

Fernández Saviñón entregó a los periodistas copia de los reportes oficiales del Indrhi, en los cuales se muestra la forma en que fueron manejadas las presas desde el lunes 10 hasta el viernes 14 de diciembre. La gran inundación de Santiago se produjo la madrugada del martes 12 cuando fueron liberados millones de galones de agua en pocas horas.

Resaltó que la presa de Tavera tiene un nivel máximo de 327.50 metros sobre el nivel del mar  y entre el domingo 9 y el lunes 10 se mantuvo en 325 metros de altura, y apenas estaban sacando 92 metros cúbicos por segundo para fines de turbinado (producción de electricidad).

La madrugada del martes, señaló, a la presa le estaban entrando 2,430 millones de metros cúbicos por segundo y   sacaban 2,717, “ahí fue que hicieron el tsunami”. Para entonces el nivel de la presa estaba en 325.90 metros y tenía un volumen acumulado de 129.13 millones de metros cúbicos. Un metro cúbico de agua es igual a 254 galones.

Destaca que de 92 metros cúbicos por segundo que se estaban desaguando el lunes, se pasó a 2,717 metros cúbicos por segundo. Adujo que si en lugar de desfogar más de 2,700 metros cúbicos por segundo, hubieran desaguado 400 metros cúbicos por segundo el Yaque no se hubiera desbordado y no se produce ninguna catástrofe.