El vocero de los diputados del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Antonio Hernando Vera, afirmó que para lograr el verdadero desarrollo de una nación se requiere de la igualdad entre hombre y mujeres y que para ello es necesario adoptar acciones de Estado, tal y como ocurre con las políticas de defensa, salud, educación y otras.
Al exponer en la Cámara de Diputados la conferencia “Leyes e igualdad: desafíos legislativo”, el congresista extranjero exhortó a sus colegas dominicanos a convertirse en defensores y guerreros de la igualdad de género.
Dijo que la igualdad es un principio universal y fundamental de la Unión Europea, y por tanto, inherente al Estado de Derecho.
“Estoy aquí para hablar de lo que considero sigue siendo una profunda injusticia de una parte de la humanidad respeto a la otra”, precisó el portavoz, desde el 2014 del Grupo Socialista en el Congreso español, en la conferencia realizada en el hemiciclo.
Indicó que en 38 años de la democracia en España se ha trabajado bastante por alcanzar la plena igualdad entre hombres y mujeres, que según considera, no es del país, ni del gobierno, sino de la humanidad. “La igualdad entre hombres y mujeres es esa cuestión que va más allá de las estrategias partidistas. Es una estrategia de país, una auténtica política de Estado”, manifestó Hernando Vera.
Refirió que en España en 1977 había 21 mujeres diputadas, de un total de 350 diputados, y de los 247 senadores, solo 6 eran mujeres. Dijo que 26 años después que esas mujeres llegaron al parlamento hubo un gobierno paritario, encabezado por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, en el que había el mismo número de hombres y de mujeres. Y después hubo presidentas del Congreso, presidentas del Senado, del Tribunal Constitucional e incluso una fiscal general. Recordó que en su país habían leyes ampliamente discriminatorias en el ámbito laboral, penal y civil.
Señaló que hasta mediado de 1975 la mujer no podía aceptar herencia, pagar deudas, o comparecer en juicios, ni nombrar un abogado o abrir una cuenta corriente sin el permiso de su marido. Asimismo dijo que fue necesario esperar hasta el 1978 para modificar la ley que despenalizó el adulterio y el amancebamiento.
En 1981 fue que se aprobó la ley del divorcio.