El diputado nacional por el partido opositor, Hugo Tolentino Dipp, afirmó  ayer que la República Dominicana no soporta una migración masiva de ciudadanos haitianos, ya que la economía del país es débil, por lo que se afectarían los servicios básicos y sociales.

Aseguró que el reglamento de la Ley de Migración no es puesto en ejecución por asuntos económicos.

Añadió que la mano de obra de los haitianos es aprovechada por los sectores que manejan grandes fortunas, porque  resulta mucho más barata que la dominicana. 

Dijo que no cree que la comunidad internacional ejerza algún tipo de  presión a la República Dominicana para que esta se abstenga de poner en ejecución el reglamento que regula la entrada de extranjeros al territorio dominicano, y de manera particular de los  haitianos.

Sin embargo no descartó que algunos países que antes recibían emigrantes haitianos previeran que llegarin al territorio dominicano.

Entiende además que se debe eliminar ese problema haitiano, como es el racismo porque, por debajo, mucha gente anti haitiana hace creer que son nacionalistas, que defienden y que están en contra de la migración por nacionalistas, sino pero  que en el fondo  es una actitud racial.

Subrayó que el problema haitiano hay que enfocarlo con mucha racionalidad y que no se pude tratar con mucha superficialidad.  

PRSC.  Por su lado, el vocero del bloque de diputados del Partido Reformista Social Cristiano, proclamó que se hace impostergable que el Estado Dominicano lleve a cabo de una vez y por todas una política migratoria nacionalista, responsable y humana en cumplimiento a lo que establece la nueva ley de migración y la recién proclamada Constitución.

Ramón Rogelio Genao, quien es además  secretario general del PRSC, señaló que fruto de la ausencia de una política migratoria clara, la República Dominicana ha tenido que vivir retrocesos en términos sanitarios y de salubridad.

Además señaló que se ha incrementado el desempleo, el deterioro de la seguridad ciudadana y el medio ambiente.

“Los dominicanos nos hemos hecho más pobres y se han desmejorado nuestras condiciones de vida, así como la calidad de los servicios fundamentales que brinda el Estado por mantener nuestra frontera abierta sin control, permitiendo que un número desconocido de extranjeros ilegales permanezcan  en nuestro territorio”.

Genao  indicó que enfermedades como la malaria y otras que habían desaparecido del territorio nacional han vuelto. Refirió que una posible epidemia de cólera en la República Dominicana pone en riesgo la salud y la economía del  pueblo.

Dijo que esto es producto de una política migratoria indefinida e irresponsable.

 “Sin importar las presiones que nos lleguen del extranjero, el Estado tiene que implementar una política migratoria nacionalista, que establezca cuotas de visado, permisos de trabajo, residencias temporales, residencias permanentes, nacionalizaciones y controles de ingreso en base al interés y al plan de desarrollo del país”.