POR NELLY RAMÍREZ
La invitación al acto de presentación de la edificación que alojará las oficinas administrativas de la Dirección General de Aduanas (DGA), convocaba para las 7:00 de la noche, por lo que desde esa hora una gran concurrencia de personalidades se congregaron a todo lo largo y ancho de la parte frontal del edificio, espacio en el que para esta oportunidad  fueron dispuestas mesas redondas, vestidas elegantemente con mantelería crema brocada y jarrones de cristal con flores multicolores.

Al final del pasillo fue colocada la mesa directiva, y detrás de ésta, una pantalla gigante que reflejaba todos los movimientos de los presentes allí.

Mientras se esperaba la llegada del presidente Leonel Fernández Reyna y su esposa Margarita Cedeño de Fernández para el inicio de la ceremonia inaugural de las instalaciones, un sofocante calor agobiaba a todos los allí presentes, a quienes de manera inusual se les observaba el rostro brilloso y las ropas mojadas, pero aún así reían ante las cámaras y lentes fotográficos que cubrían las incidencias de la noche.

Tras más de una hora esperando de pie, asomaron por la parte trasera del edificio los franqueadores y ¡al fin!, llegó el Presidente –8:30 p. m.– con su señora esposa del brazo y unos minutos después, por el área en que estaban los invitados, el director general de Aduanas, Miguel Cocco.

De inmediato inició el acto inaugural, primero con las palabras de bienvenida de parte de la maestra de ceremonia Yanela Hernández y luego las notas musicales del Himno Nacional, a cargo de la orquesta Ars Nova, dirigida por el maestro Francois Bauahuad.

Seguidamente, el director de Aduanas inició su discurso agradeciendo la presencia de todas las personalidades que le acompañaban, además del presidente Fernández Reyna y su esposa Margarita Cedeño de Fernández; el secretario general de la Organización Mundial de Aduanas, Michell Danet; cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, el embajador de los Estados Unidos Hans Hertell, funcionarios de su Gobierno e invitados especiales.

Miguel Cocco manifestó regocijo de que la Dirección General de Aduanas cuente con oficinas de esa categoría, que cumple con los requerimientos de los tiempos modernos, como es la visión del jefe de Estado Leonel Fernández.

“Aduanas pasa de ser una oficina recaudadora a una institución con una amplia diversidad de servicios, cumpliendo con los ideales del actual Gobierno, que constantemente predica la modernidad de las oficinas públicas, acorde con las exigencias de los mercados”, expresó.

Luego del discurso del anfitrión se presentó un reportaje sobre las nuevas instalaciones, en la que aparecían empleados y usuarios de los servicios aduanales hablando de las facilidades y ventajas del nuevo edificio de cinco niveles, localizado en un terreno de 22.000 kilómetros cuadrados, tres plantas eléctricas y más de 700 parqueos. 

Aprovechando el escenario, en el que se encontraban representantes de diversas áreas: empresariales, diplomáticas, militares y confesionales, el secretario de Finanzas, Vicente Bengoa, pronunció un discurso sobre la importancia del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica, el Caribe y República Dominicana.

Concluyó sus palabras resaltando las cualidades del director de Aduanas, Miguel Cocco, de quien dijo es un hombre honesto y de visión futurista.

Posteriormente el director general de la Organización Mundial de Aduanas, Michell Danet, entregó al presidente Leonel Fernández Reyna la bandera representativa de esta institución, y luego el Presidente también le entregó dos monedas, una de oro y otra de plata, como muestra de su gestión gubernamental.

Finalmente el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, invocó al Creador para que bendijera las instalaciones e invitó a todos a repetir el salmo responsorial “Guía Señor las obras de nuestras manos”.

A continuación, el presidente Fernández, su esposa Margarita y el director de Aduanas, caminaron hacia donde estaba colocada la placa de la institución para develizarla y luego recorrer las oficinas que alojan la Dirección General de Aduanas.

En ese momento todos los presentes alzaron sus copas para brindar por la nueva casa de esa dependencia oficial, y de inmediato ráfagas de fuegos artificiales iluminaron el cielo dejando así sellada la apertura de las nuevas instalaciones.