Una situación de malestar generó en el Instituto de Oncología doctor Heriberto Pieter la destitución del presidente de la Liga Dominicana contra el Cáncer, doctor  Eduardo Segura, y de la directora, Catalina González.

Sin embargo, la versión en torno al malestar fue negada por el nuevo director, doctor Andrés Lugo Vizcaíno y  la presidenta de la Liga, Yuli Guerra de Oller, quienes dijeron que el cambio en esa institución fue normal y que se hizo por el bien de los pacientes.

Con relación a la situación,  González y  Segura rehusaron hablar con los periodistas, al señalar que no tienen nada que decir.

La incertidumbre se ha apoderado de médicos y empleados administrativos, quienes tienen el temor a ser separados de sus posiciones.

 Segura  cedió una entrevista a este diario, pero la canceló, lo propio hizo  González,  quien ahora es asesora de Salud Pública.

Fue una asamblea la que decidió la separación de los dos funcionarios, mientras la nueva directiva ordenó  una auditoría de personal y canceló a dos médicos y a varios administrativos.

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Algunos médicos con posiciones ejecutivas fueron bajados de su posición y dejados como médicos de servicio.

“Tenemos mucho miedo a que nos puedan cancelar”, dijo una enfermera, lo cual fue secundado por al menos tres médicos.

El presupuesto del Instituto supera los RD$600 millones, mientras sus autoridades esperan la entrega de un nuevo edificio que construye el gobierno en las inmediaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.