Altagracia Ortiz 
Uno de los desafíos que tienen los especialistas ante la alta incidencia de menores con el Trastorno del Espectro Autista (TEA) es la investigación y en materia de políticas pública, la inclusión. En República Dominicana, solo una institución estatal, como el Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID)
tiene una sobrepoblación de menores con esa condición que sobrepasa los 1,500.
Las personas con alto poder adquisitivo buscan terapias en el sector privado y otros hasta fuera del país. Se trabaja en tener respuestas amplia y más integral desde el Estado.
Henry Rosa Polanco, director ejecutivo del CAID se refiere al tema al conmemorarse el Día Mundial de la concienciación sobre el Autismo. El profesional asegura que se debe seguir la senda de la exploración estadística. Cree que se deben realizar encuestas especializadas que provean cada vez más datos desagregados, lo que es válido para el diseño aterrizado de políticas públicas desde el territorio, dijo Rosa.
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Parte testimonial
Son numerosos los padres que relatan las vicisitudes y hasta calvario que pasan para diagnosticar la condición de sus hijos. El costo es económico y emocional, es alto.
El periodista Fernando Quiróz y su esposa Yranna Flaviá, tienen su único hijo con esta condición.
Para este profesional y su esposa, la detección temprana del Trastorno del Espectro Autista (TEA) permite una mayor aceptación familiar y un empoderamiento en el proceso. Asimismo, plantea que la intervención temprana beneficia el desarrollo en áreas claves. Los pequeños que tienen esta condición están la falta de respuesta a estímulos sociales y la dificultad para establecer contacto visual, la regresión en habilidades previamente adquiridas y patrones de sueño irregulares. Otros padres dan testimonios.
