Director de Prisiones afirma programa de reinserción ha sido efectivo en cárceles

Director de Prisiones afirma programa de reinserción ha sido efectivo en cárceles

El Director de Prisiones General Tomás Holguin de la Paz realizó una visita al Director del Periódico Hoy, licenciado Bienvenido Àlvarez Vega en su oficina. Hoy/ Napoleón Marte

El director de Prisiones, general Tomás Holguín La Paz, afirmó que ha logrado rescatar la confianza en esa institución así como retomar la visión de regenerar a los internos, tal como lo indica la filosofía de los sistemas penitenciarios.
Destacó que si no se logra regenerar al interno, cuando este se reintegre a la sociedad y a su familia se tendrá un peligro quizás peor que antes de haber sido encarcelado.
“Si nos quedamos en un círculo vicioso y con la visión de nociva y dañina de que él que cayó preso, se dañó y no se puede corregir, entonces estamos perdidos”, expresó.
Aseguró que la Procuraduría trabaja en esa línea aún con la sobrepoblación carcelaria y las limitaciones que tienen.
Indicó que el plan integral de reinserción social que ejecutan abarca la formación educativa, deportiva, religiosa y en diversos oficios como artesanía, ebanistería, electricidad y pintura, entre otros, con apoyo del Instituto de Formación Técnico Profesional (Infotep), el Ministerio de Educación, el Despacho de la Primera Dama y otras entidades.
Holguín detalló que solo en cárcel La Victoria funciona una amplia escuela vocacional con 14 disciplinas y una matrícula de 1,300 estudiantes.
Asimismo realizan diversos campeonatos en las cárceles y en clubes deportivos. Además se ofrecen programas de apoyo psicosocial.
Destacó que en los talleres-escuelas los internos fabrican productos de buena calidad que son vendidos en ferias de forma que ellos obtienen recursos para ayudar a sus familias.
Actualmente en las cárceles dominicanas hay 27,000 reos, de los cuales 18,000 están en el sistema tradicional, que dirige Holguín; y 9,000 en el Nuevo Modelo Penitenciario.
Menos bandas. Holguín aseguró que todas las medidas citadas han logrado reducir las bandas en las cárceles y sus constantes enfrentamientos por el control y venta de espacios y de drogas. “Hemos visto una tranquilidad y un orden en los penales que ha ido erradicando los motines y los pleitos y riñas”, expresó.
Holguín afirmó además que las fugas se han reducido considerablemente al punto de que el pasado año ni sumaron tres las que se concretaron.
Educación. El director de Prisiones destacó de manera particular el apoyo del Ministerio de Educación para la alfabetización y formación continua de los internos.
Gracias a este apoyo el pasado año inauguraron en La Victoria un pabellón para facilitadores que actualmente suman 32 y son quienes se encargan de formar a los internos, algunos de los cuales llegaron analfabetos y han logrado alcanzar el bachillerato. El pabellón tiene área de lectura, de visita y otros espacios, dijo.

Holguín asegura que su principal logro al frente de la Dirección de la Prisiones, donde lleva cinco años, ha sido recuperar la confianza de esa institución que antes se veía como un sistema colapsado donde las malas prácticas eran comunes.
Aseguró que ahora no hay que hacer pagos adicionales para agilizar traslados u otros servicios que son ofrecidos en menos tiempo y sin intermediación.
Sin embargo reconoció que hace falta mejorar la capacitación del recurso humano que labora en las cárceles para reducir la entrada de armas y drogas que en ocasiones ocurre por ciertas complicidades.
Bloqueo. En torno a controlar que desde fuera de las cárceles se planifican delitos con internos, Holguín reconoció que es una tarea más difícil porque requiere una amplia logística.
Recordó que el plan de bloquear las señales de comunicación celular ha sido difícil porque la mayoría de las cárceles están ubicadas en entornos poblados y eso afectaría a la comunidad.
También citó la falta de energía eléctrica que limita el uso de bloqueadores que requieren ese servicio 24 horas, lo que se evidenció en las pruebas que se hicieron en las cárceles de Azua y El Seibo.

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