POR REYES GUZMÁN
El actor Andy García sigue filmando su película “La ciudad perdida” en locaciones de República Dominicana y junto a él trabaja como encargada de coreografía Neri Torres, quien dice a ¡ALEGRÍA! que es un punto importante de su carrera, porque la película va a tener muchas posibilidades en el sentido artístico. Montar los bailes y dirigir profesionales de la danza de Cuba y de Santo Domingo, es otro factor que Neri valora durante su estadía.

“Es un honor trabajar con tanta gente diversa, no sólo con cuatro bailarines que vinieron de Miami, sino con dominicanos. Hay que coordinar un grupo de 23 y la tarea es ardua, porque el filme incluye varias piezas. He coreografiado seis números y dirijo la corpografía, la forma de moverse los extras”.

 Califica de enriquecedor el poder compartir con tanta gente del país, que se ha adaptado a su estilo y tiempo, con respeto y disciplina. Es exigente y le expresa a los bailarines que copien todo en un coreógrafo, desde los brazos hasta las pestañas, porque cuando se baila hay que hacerlo plenamente.

Mambo, chachachá, son, conga y danza moderna son los géneros que se bailan en “La ciudad perdida”. Ella actúa en una escena de una fiesta afro-cubana.

No es la primera vez que se mezcla a un proyecto cinematográfico, ya lo había hecho con el mismo Andy y con otros productores independientes, así como con documentalistas.

La relación de amistad con García le permite ser sincera al momento de externar un juicio. Considera que el actor es una persona muy creativa, que estaba deseoso de filmar “La ciudad perdida” y que es ahora cuando lo hace realidad.

“Lo conozco y cuando me llamó me sentí orgullosa, porque es una manera de presentar la cultura nuestra lo más auténtica posible, a partir de la óptica cubana y no de la de Hollywood. Él conoce la cultura a la perfección”.

Su empresa

Neri tiene desde 1996 una compañía en Miami que se llama Ife-Ile Afro Cuban Dance and Music Ensemble y ha trabajado para Gloria y Emilio Estefan, Carlos Ponce, Albita y otros tantos que han confiado en su talento. De la experiencia con los Estefan recuerda que estuvo en dos giras mundiales.

 Ha participado en videos musicales y en muchos proyectos. Produce un espectáculo musical que presenta en Miami y que quiere traer para que también los dominicanos lo disfruten y conozcan más de la cultura cubana.

Narrando la historia de los ritmos, enfocándose en la rumba, desde los tiempos de la colonia hasta la actualidad, son los elementos que le dan forma a la estructura de la producción.

Tiene una escuela en la que imparte técnica de danza moderna, ballet y folclor cubano.

“Estar en el arte es un vicio del que te quieres ir, pero al que te pega. Es un mundo tan peculiar y lleno de vivencias que uno siempre está dispuesto volver a él”, concluye.