Directora del Teatro Nacional lamenta críticas por falta de aire

Directora del Teatro Nacional lamenta críticas por falta de aire

La directora general del Teatro Nacional, Carmen Heredia, le prometió al público que en pocos días tendrá que asistir bien cubierto, porque dieciséis unidades de acondicionadores de aire estarán funcionando tanto en la Sala Eduardo Brito como en otras áreas de la institución cultural. La funcionaria, entrevistada en el programa “El gobierno de la mañana”, salió al frente a críticas por el agobiante calor que el pasado miércoles obligó a los músicos de la Sinfónica Nacional tocar en mangas de camisas y desesperar a parte de las personas que asistieron para disfrutar la Gala de Ganadores Operalia.

Los inconvenientes no son nuevos y se recuerda que en el Festival Internacional de Teatro se vivió igual pesadilla, obligando a los organizadores a no usar la principal sala, porque actores y público perdían la concentración. Dijo la señora Herrera que se trabaja día y noche para concluir las instalaciones, pero que por los constantes aguaceros hay atrasos.

“Me da pena que tantos días de lluvia y tantos hobreros trabajando, en este momento se esté cuestionando porque hubo el problema de la no funcionalidad del aire la noche que se presentó Operalia. Lamentablemente las cosas suceden así y el domingo anterior nosotros debimos haber recibido el aire acondicionado y el secretario de Cultura estuvo hasta las 10:00 de la noche esperando que entraran las unidades. Al día siguiente se prestaron del Banco Popular técnicos para que fueran a reforzar los que ya habían y se trabajó bastante”.

Por las instalaciones de las unidades estar en la parte trasera del Teatro y llover constantemente, las labores de conclusión se vieron afectadas. Expresó, además, que la presentación de “Operalia” estuvo en entredicho por las circunstancias señaladas y que la señora Melba Segura de Grullón tenía conocimientos de todo lo que pasaba y siempre dijo que si no era en el Teatro Nacional, ella no hacía la función.

“Cuando Melba y Margarita Copello me preguntaron si lo del aire se iba a resolver a tiempo, le contesté que no dependía de mí, sino de los técnicos. Para mí, como directora del Teatro, hubiese sido más fácil decir no se puede”.

Carmen de Guerrero hizo saber que tuvo que posponer muchos eventos desde que el aire comenzó a fallar, por las condiciones en que lo encontró a su llegada a la entidad cultural.

En la noche de “Operalia” un bajo voltage fue el causante mayor para que ocho unidades no encendieran, lo que hizo sudar a todos los que llenaron la Sala Eduardo Brito.

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