SANTIAGO. La directora del Gran Teatro Regional del Cibao, Gina Rodríguez, rechazó ayer que haya cancelado a un grupo de empleados y la supuesta venta irregular de boletas de cortesía, mientras que el personal insistió en que ha sido víctima de alegadas vejaciones y atropellos por la funcionaria.
Rodríguez dijo que dispuso la suspensión hasta nuevo aviso del personal que ha estado realizando protestas, por tergiversar el concepto, proceder inadecuadamente e incurrir en faltas consideradas graves, como servidores públicos que ejercen en una instancia del Estado.
Asimismo, dijo que en torno a la supuesta irregularidad en la venta de boletas y la especulación sobre su pulcritud como directora, el Ministerio de Cultura ha ordenado una investigación, y se espera el informe para dar con los responsables de esos hechos.
Lamentó el tono altisonante utilizado por los empleados en protesta, al tiempo de llamarlos al diálogo, y defendió su honestidad y esfuerzos durante los tres años en la institución.
Los empleados. Por su parte, el personal cancelado del Gran Teatro Cibao reiteró la alegada falta de pulcritud y arrogancia con la Rodríguez ejerce sus funciones.
Estamos aquí porque no hemos recibido la comunicación de que estamos suspendidos, como ella dice, expresó Nancy Azcona, administradora.
Vielka Pichardo, asistente del Bar Moisés Zouain, denunció que la directora la obligaba a limpiar los baños y hacer de jardinera.
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De su lado, el vice ministro de Cultura, Enegildo Peña, acusó a los manifestantes de politizar la situación presentada en el Gran Teatro del Cibao, para violentar la institucionalidad del Ministerio de Cultura. No es un motín a la directora Gina Rodríguez, sino a la institucionalidad y contra la política cultural del presidente Leonel Fernández, a través del Ministerio de Cultura, expresó.