Al cumplirse el 16 de este mes los dos primeros años de su gestión como directora del distrito municipal de La Guáyiga, en el municipio de Pedro Brand, provincia de Santo Domingo, la joven Kimberly Taveras citó entre sus principales logros la construcción de un mercado municipal, la edificación de un destacamento policial, la Plaza del Buhonero y el remozamiento de la entrada a la comunidad.
La señalización de sus principales calles, el asfaltado de otras, la eficiencia en la recogida de basura y el encachamiento de algunas cañadas, son otras iniciativas llevadas a cabo.
Sin embargo, el bajo presupuesto que recibe mensualmente, de apenas RD$652 mil, para una población de 27,500 habitantes, constituye un muro de contención para el amplio programa de trabajo que tiene en carpeta, lo que pone en riesgo algunos proyectos.
La funcionaria municipal externó sus preocupaciones al participar en La Esquina Joven de HOY.
Dijo que espera que el presidente entrante, Danilo Medina, cumpla con el artículo 3 de la Ley 166-03, que estipula 10% de los ingresos fiscales para los ayuntamientos.
Representantes de la Pastoral Juvenil interactuaron en el conversatorio. Participaron Rafael Delio Gómez y Tony Guevara.
Yo diría que tomando en consideración los aumentos de los costos de los combustibles, a más tardar dentro de un año sería insostenible que algunos ayuntamientos como el nuestro se sigan desarrollando, precisó la joven egresada de ingeniería química de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), que ha postergado su ejercicio profesional para dedicarse al trabajo social en su empobrecida comunidad. Se quejó del poco apoyo del Gobierno central para resolver problemas perentorios de la zona.
Precisó que el 80% de las calles están sin asfaltar y desde que asumió en 2010, ha solicitado infructuosamente citas al ministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa. El cabildo por sí solo no puede hacer todo el trabajo en la comunidad; se requiere del apoyo de las autoridades gubernamentales, insistió la dirigente perredeísta.
Justo. Según explicó, para poder hacer un trabajo social de mayor impacto requiere de un presupuesto mensual de RD$6 millones.
El distrito municipal cuenta con una nómina de 80 empleados y ninguno devenga un salario superior al sueldo mínimo (alrededor de RD$8,000), incluyendo los funcionarios.
Nosotros queremos sentar un precedente y ser ejemplo de que no todos los políticos son corruptos, ni que van a un puesto público a llenarse los bolsillos, ni a abastecerse del bien público, precisó Taveras.
Señaló que la transparencia en el manejo de los fondos públicos es un aspecto fundamental de su administración.
Impotencia. Al responder preguntas de los presentes, la funcionaria municipal dijo que en ocasiones se siente impotente al ver la gran cantidad de jóvenes involucrados en la delincuencia y la drogadicción. Los embarazos en adolescentes y el desempleo también la conmueven.
Explicó que para hacer frente a la situación habilitaron un centro de formación técnico-vocacional, en el cual unos 50 niños y jóvenes estudian informática, inglés y francés.
Mientras, a las amas de casa se les enseña belleza, estética y repostería, a fin de que aprendan algún oficio de utilidad laboral.
Dijo que como parte de los programas de asistencia, donaron a la Asociación de Estudiantes un autobús de 54 pasajeros y mensualmente suministran un aporte económico a la entidad. El distrito municipal tiene previsto inaugurar en los próximos meses un estadio para la práctica de distintos deportes.
LA DÉCIMA
Juan María del Orbe
La más joven alcaldesa
nos cuenta que en su gestión
ha brindado solución
donde tan solo hay pobreza
y que ha sido una proeza
la obra que allí se hiciera
para que así se cumpliera
con el pueblo y su cultura
esa es la sindicatura
que hace Kimberly Taveras.