POR TEÓFILO ABREU
Los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y de  la Liberación Dominicana (PLD) han reivindicado las tantas veces criticada reelección del doctor Joaquín Balaguer, ya que ambas organizaciones han transitado ese camino.

La afirmación la hizo  anoche el secretario general del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Víctor Gómez Casanova, quien calificó al ex-mandatario como el líder que  más ha gravitado en la vida política del país,  el que más ha construido y ha defendido a los desposeídos.

  Gómez Casanova ofreció una conferencia sobre “Joaquín Balaguer visto por la nueva generación”, en el recinto Santo Domingo de la Pontificia Universidad Cátólica Madre y Maestra (PUCMM), a la que asistieron dirigentes, tanto del PRSC como del PRD y el PLD.

  “La verdad de los hechos y con el paso de los años le han  reivindicado esa crítica, y han imposibilitado a sus adversarios de ayer tomar  ese elemento como una crítica o un cuestionamiento a la reelección, porque en el fondo todos tenemos algo de reeleccionistas, y en el fondo a todos nos gusta seguir al frente de lo que estemos administrando”, expresó.

“Entonces, tanto el PRD como el PLD reconocen hoy que no es la reelección el problema, sino no que usted haga para reelegirse”, apuntó.

El secretario general del PRSC dijo que quienes con mayor fuerza se manifestaban en favor de la reelección no eran   funcionarios del Gobierno, ni los tutumpotes, sino la gente pobre, de abajo,  la que más de beneficiaba de la política social del doctor Balaguer.

Indicó que una de las preocupaciones del líder reformista era que la sociedad, en lo más bajo, pudiera contar con una política de asistencia social, que permitiera un mejor nivel de vida para todos los dominicanos.

Gómez Casanova explicó que a lo largo de sus 22 años de mandato, el doctor Balaguer, enfrentó tres grandes retos, el primero de los cuales fue a raíz de su ascenso al poder en 1966, cuando encontró un país divivido por la revolución constitucionalista de 1965, cuyas heridas aún no han        cicatrizado por completo.

Añadió que un segundo reto lo constituyó el hecho de que Balaguer encontró un Estado  quebrado, teniendo la Organización de Estados Americanos (OEA) que pagar la nómina, por lo que tuvo que aplicar un plan de austeridad, que incluyó la rebaja de su sueldo.

Indicó que como tercer reto, el mandatario tuvo que salir en busca de inversión extranjera, que para entonces era de apenas US$150 millones, logrando elevarla al final de su primer período en 1978 a más de US$650 millones.

Expresó que el doctor Balaguer desarrolló  un vasto programa de construcción de obras en todo el país, sin recurrir a préstamos internacionales.