POR ALTAGRACIA ORTIZ
Los representantes de la Unión de Farmacias, Rafael Taveras y Máximo Mejía, denunciaron ayer que fueron excluidos de los niveles de discusión para consensuar el reglamento que sancionará a los violadores de la Ley 87-01.

Sin embargo, valoraron el llamado que recibieron por parte del Seguro Nacional de Salud (SENASA) para que participen como prestadores de servicios para los afiliados de esa administradora de riesgos.

Evidentemente molestos porque no se les permitió la entrada a la reunión en la que participaban administradoras de riesgos, el Colegio Médico, la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales y representantes de la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (ANDECLIP).

Los  representantes de las más de tres mil farmacias que operan en el país  señalaron que han sido marginados y excluidos por las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) y por las diferentes instancias del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS).

Los representantes de las farmacias dijeron que seguirán luchando, porque sus establecimientos tienen derecho a ser contratados para prestar servicios a los afiliados del Seguro Familiar de Salud.

Se preguntaron por qué no permitir que el universo de las farmacias y sus familiares, es decir, los propietarios y trabajadores de esos centros, puedan ser partícipes del nuevo modelo sanitario.

Taveras y Mejía se marcharon molestos por la exclusión. Rehusaron tomar el café y limonada con que  intentaba despedirlos la encargada de protocolo del CNSS,  Xiomara Pimentel.

 “Así no se puede, pero no permitiremos que nos lleven a la quiebra”, dijeron los directivos de la Unión de Farmacias.