Discapacidad y abuso sexual

Discapacidad y abuso sexual

Recientemente la prensa se hizo eco de un hecho que consternó a la ciudadanía, la violación sexual hacia una persona con discapacidad por unas estudiantes de un centro educativo de Los  Alcarrizos.

En este hecho se  muestra un sistema educativo  envuelto en círculos de violencia con mucha incapacidad para aportar a la construcción de una cultura de paz y cambio socio-cultural que debe ser su misión. Esta dimensión la analizaremos con mayor profundidad en próximos artículos.

En este artículo nos detenemos a mirar la manifestación frecuente e invisible en nuestra sociedad de violaciones de derechos a personas con discapacidad. Estas son víctimas de violaciones de múltiples derechos como son:

1. Negación del acceso a una vida digna. Todos los días nos encontramos en las calles de las distintas ciudades y pueblos a personas discapacitadas que no tienen pensiones, ni están insertas en ningún programa de asistencia social. Se encuentran en situación de calle, pobreza extrema, pidiendo limosnas, recogiendo botellas y cartones para subsistir.

2. Apresamiento y represión de agentes policiales. No son pocos los hechos que se han presentado en distintas comunidades en los que agentes policiales apresan, golpean y en muchos casos matan a personas indigentes con discapacidad mental. Estas personas sufren cotidianamente el maltrato de agentes policiales que deben garantizar seguridad y respetar los derechos, su conducta está muy lejos de responder a estos lineamientos.

3. Violaciones sexuales. Al igual que en el hecho del centro educativo de Los Alcarrizos son muy frecuentes las violaciones y abusos sexuales de que son víctimas mujeres y niñas con síndrome de down o con algún tipo de discapacidad mental. Se han producido casos de niñas y adolescentes en esta condición que han sido violadas y su embarazo no es interrumpido por el personal de salud  porque están atados por un código que penaliza el aborto  y expone al riesgo de muerte a muchas mujeres, niñas y adolescentes violadas.

La situación de los derechos y la vida de las personas discapacitadas en la sociedad dominicana es muy precaria. No existen procesos educativos dirigidos a crear conciencia en la ciudadanía del respeto de sus derechos, centros educativos donde se supone que la niñez y la adolescencia deben ser educadas en esta dirección, son lugares de reproducción de la violencia contra esta población. 

Esta situación debe servir de reflexión y revisión a nuestro sistema educativo y a la sociedad en general. Si no somos capaces de invertir y mantener un sistema educativo dirigido a la educación en derechos y responsabilidad social, no estamos construyendo  gobernabilidad, muchos menos democracia.

Publicaciones Relacionadas