El primer discurso de Danilo Medina Sánchez como presidente de la República fue valorado positivamente por la mayoría de los consultados por HOY en las partes céntrica y sur del Distrito Nacional, y en Santo Domingo Norte.
Su lenguaje comprensible, las metas propuestas para enfrentar la desigualdad social y la reiteración del compromiso de asignar el 4% del Producto Interno Bruto para la educación fueron resaltados por 15 de 17 personas entrevistadas.
Sin luz. Sin embargo, por falta de energía eléctrica, residentes en Villa Consuelo y el kilómetro 7 de la carretera Sánchez no pudieron escuchar la alocución pronunciada por Medina ante la Asamblea Nacional.
En tanto, a residentes de Villa Mella, Santo Domingo Norte, las palabras de Medina les resultaron indiferentes.
Nosotros no perdemos tiempo viendo ni escuchando discursos de personas que prometen, pero nunca cumplen, coincidieron un grupo de personas al frente del colmado La Economía, donde se escuchaba la transmisión por radio.
David Tejeda y Evaristo Báez, dependiente y delivery del colmado Pimentel, en Villas Agrícolas, confían en que Medina enfrentará el enorme déficit fiscal dejado por Leonel Fernández, y que gobernará para salir airoso de los problemas económicos del país.
En el ensanche Luperón, los vendedores de frutas Francisco Domingo, de 55 años, y Erasmo Valentín, de 51, dijeron que el líder político, oriundo de San Juan, es un hombre de pueblo que dará, por su origen humilde, el valor que merece la agricultura y volverá a priorizar ese sector que fue relegado a un último plano en los gobiernos de Leonel.
Las señoras Danny Alcántara y Yanet Arias, entrevistadas en un colmado de Villa Consuelo, enfantizaron que Danilo triunfará como presidente en la medida que la oposición y el pueblo les den apoyo. Él no podrá cumplir con todas las metas que se planteó si no tiene el respaldo de la sociedad, precisaron.
Corrupción. Pablo Puello, Mercedes Lorenzo, Adalberto Castillo y Manuel de la Cruz, coinciden en que el presidente Danilo Medina debe enfrentar la corrupción con mano dura para ganarse la aceptación del pueblo, que está cansado de ver cómo se enriquecen los funcionarios de manera ilícita.
Durante el recorrido de ayer algunos jóvenes se mostraron renuentes a hablar del discurso. Es mejor beberse unas frías que ver disparates, dijeron.