El presidente Leonel Fernández pronunció una alocución al país el día ocho del presente mes, en el cual diseminó la esperanza y la confianza a sus conciudadanos, mostrándose firme ante el vendaval financiero desatado en los Estados Unidos por el desastre de los créditos basura del sector inmobiliario.
Ese desastre colosal, superior a la crisis de 1929, aún no ha identificado a los villanos que conocían de los manejos turbios que preconizaban el caos, como Lehman Brothers, Bearns Stearn, Standard & Poors, Fitch y Moodys, para que todos nos cercioremos que en todas partes se producen actos corruptos, con mayor culpa las famosas calificadoras de riesgos mencionadas.
El presidente de la República, doctor Leonel Fernández, abordó con coraje el sunami económico descrito, que nos golpeará como ya ha golpeado a las economías más fuertes del mundo, China, Japón y toda Europa, con un proceso de recesión que las autoridades monetarias norteamericanas han reconocido, imposible de ocultar.
En su alocución el presidente Leonel Fernández aludió los proyectos de interés social que iniciará en el próximo año 2009: Autopista El Coral, Boulevard del Atlántico, corredor vial de la avenida Duarte, Viadom, segunda línea del Metro y el tren que enlazará Haina-Santiago, esta última, una de las obras más trascendentales.
Calcará el presidente Leonel la política salvadora del presidente Franklyn Delano Roosevelt auspiciada por las recetas de John Maynar Keynes, dinamizando la economía en tiempos difíciles, inversión extranjera de US$2,300 mm, inflación de un 5% y un PIB de 5%, y una política de reducir las tasas de interés por el Banco Central para expandir la economía categorizando cero impuesto en 2009.
También aludió a los proyectos turísticos Vista Cana, Punta Pela, Grupo Piñeyro y la textilera Tildan y el proyecto Marina de Montecristi que aún no conoce el presidente motorizado por el doctor Franz Thomén y el Grupo Vicini.
El fondo de pensiones por $68 mil mm que someterá al Congreso debiera encauzarse hacia la construcción de plantas eléctricas y proyectos habitacionales sociales. ¿Quién dijo miedo?