Virginia Occidental. No mostró cómo hacer un nudo. No dio consejos sobre cómo tallar la madera. El presidente Donald Trump se limitó a encender una hoguera en su discurso ante miles de boy scouts.
Padres, ex scouts y otras personas se mostraron furiosos por la forma en que Trump arremetió contra sus enemigos, promovió su agenda política e insistió en la importancia de la lealtad ante una audiencia de decenas de miles de boy scouts en Virginia Occidental el lunes por la noche.
“¿No hay nada que sea seguro?” para los menores, preguntó Jon Wolfsthal, quien fue asesor especial del presidente Barack Obama, en su cuenta de Twitter. Agregó que Trump había convertido el evento en “un acto para la juventud nazi”.
Trump fue aclamado durante su presentación, pero sus comentarios pusieron en una situación incómoda a la organización de los boy scouts, que lleva años tratando de evitar involucrarse en la política y ser más abierta.
La demostración de cómo hacer un nudo quedó en manos del senador demócrata Chris Murphy, quien dijo en Twitter que se le hizo un nudo en el estómago al escuchar el discurso de Trump.
“Si no lo vieron, no lo hagan”, recomendó. “Es repelente”.
La página oficial de los boy scouts en Facebook fue inundada por comentarios criticando el discurso.
Una mujer expresó su desconcierto porque los scouts abuchearon cuando Trump mencionó a su predecesor Barack Obama y dijo que no había asistido a ninguno de los dos “jamborees” o encuentros que esa organización realiza cada cuatro años.
Hubo críticas a Trump incluso entre los republicanos.
“Creo que lo que hizo fue inapropiado”, señaló Rob Romalewski, un jubilado republicano que colaboró con los scouts toda su vida. “Fue como si no le estuviese hablando a menores. Fue más bien una excusa para decir tonterías”.
La organización The Boy Scouts of America dijo en un comunicado que no promueve a ningún candidato ni filosofía política.
Trump arrancó su discurso preguntando “¿quién diablos quiere hablar de política cuando estoy frente a los boy scouts?”. Acto seguido no hizo sino hablar de política.
Recitó, por ejemplo, el juramento de los scouts, que hace hincapié en la lealtad.
“No nos vendría mal un poco de lealtad, se los aseguro”, afirmó Trump, quien despidió al director del FBI James Comey porque se negó a jurarle lealtad y está criticando abiertamente al secretario de justicia Jeff Session, al que atribuye también falta de lealtad por marginarse de una investigación sobre Rusia para evitar conflictos de interés.
En su discurso Trump amenazó en broma al secretario de salud Tom Price con despedirlo si el Congreso no anula y reemplaza la ley de salud. Dijo que Washington era un “pantano”, un “pozo ciego” y una “cloaca”, y despotricó reiteradamente contra la prensa.
En determinado momento terminó hablando de un multimillonario amigo suyo, William Levitt, quien vendió su compañía constructora, se compró un yate y “lleva una vida muy interesante”.
En los últimos años los boy scouts se marginaron de las guerras culturales, admitieron a los gays, que estaban prohibidos, y trataron de reclutar minorías.
Zach Wahls, cofundador de Scouts for Equality, una organización sin fines de lucro que combatió la discriminación de los gay y los transgénero entre los scouts, dijo que las palabras de Trump “comprometen la capacidad de los Boy Scouts de hacer eso, de servir al país”.
“Fue el discurso equivocado, en el sitio equivocado y en el momento equivocado”, sostuvo Wahls.