Diseñador Jean Paul Gaultier rinde homenaje a Londres

Diseñador Jean Paul Gaultier rinde homenaje a Londres

Londres. Jean Paul Gaultier no puede dejar de profesar su amor por todo lo británico — los punk, el humor, el tartán, David Bowie—, ya que es una inspiración vital para el diseñador francés.    Pero a lo que sí le tomó un tiempo fue acostumbrarse a la cocina británica, y algunos platillos se mantienen fuera de su menú.

“Ahora me encanta la comida; al principio no. Fuera del desayuno inglés”, dijo Gaultier el martes, bromeando amablemente sobre la comida inglesa y la mojigatería anglo al dar la bienvenida a la ciudad a la gran exposición itinerante que celebra sus tres décadas como uno de los provocadores más queridos de la moda.    La muestra incluye 165 de sus creaciones impresionantes, desde el sostén de conos de Madonna a los corsés atrevidos inspirados en el sadomasoquismo e incluso faldas para caballero.

Algunos de los diseños de Gaultier, como sus famosos estampados de rayas son inconfundiblemente galos. Pero dijo que la irreverencia de Londres siempre ha sido su inspiración y su forma de escapar del esnobismo de la alta costura francesa.    “Era mi vitamina”, dijo a The Associated Press, en inglés con su inconfundible acento francés. “Me encanta la libertad de Londres. Lo veo en las calles, en la escena del rock, en las estrellas de rock, en los conciertos. La energía el carácter y toda la gente que es diferente, asumiendo su propia belleza y carácter”.

“En los clubs de Londres van a bailar. En París van a posar”, agregó.    Gaultier — quien puede hablar cientos de palabras por minuto — recordó lo mucho que lo impresionó el Rocky Horror Show original y el movimiento punk cuando visitó Londres en la década de 1970.    Al llevar ese estilo provocador a París, el diseñador inyectó una dosis saludable del atrevimiento de las calles al mundo elitista de los vestidos de alta costura. Uno de ellos, realizado con volantes de tul que usó Sarah Jessica Parker en el 2000 el cual se presenta en la muestra, incluye estampado de camuflaje.

Requirió de 312 horas de trabajo para confeccionarse. Otro vestido de noche con brillantes está sobre un maniquí con una mohicana verde que mide casi un metro de alto.    Gaultier siempre ha adoptado lo diferente, prefiere los modelos con tatuajes, calvicie, voluptuosos y andróginos a las rubias esqueléticas. Al comienzo de su carrera publicó un anuncio en el periódico que decía: “Diseñador inconformista busca modelos inusuales, las bellezas convencionales se deben abstener de solicitar”.

Los maniquíes regulares no habrían funcionado para la exposición. En cambio los organizadores mostraron las piezas con maniquíes sobre los que se proyectaban rostros expresivos, que movían los ojos y en algunos casos incluso hablaban. Sus extravagantes vestidos de sirena eran lucidos por maniquíes que cantaban y también hay una proyección del mismo Gaultier saludando a sus visitantes.

A los 61 años Gaultier sigue siendo tan travieso y energético como siempre. Pero en esta retrospectiva — que ya ha sido presentada en Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos y Europa— El diseñador también reflexiona sobre la trascendencia de la moda.    “Mi idea sobre la belleza no tiene que ver con el estereotipo. Envejecer también puede ser hermoso”, dijo.    La exposición “The Fashion World of Jean Paul Gaultier: From the Sidewalk to the Catwalk” se presentará hasta el 25 de agosto en el Centro Barbican de Londres.

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