Disfrutar las pequeñas alegrías

Disfrutar las pequeñas alegrías

Celebro la persona que soy, y me canto a mí mismo;

Doy un paseo e invito a mi alma…

Walt Whitman

Hace unos dias, una amiga me llamó en varias ocasiones y al encontrarme muy afanada, se despedía diciéndome que me llamaría de nuevo. Luego de intentarlo media docena de veces, me dijo que había insistido en llamarme porque necesitaba que le prestara un dinero. Cuando me dijo la cantidad le respondí que sí, y cuando nos encontramos para entregárselos me contó que la compañía en la que trabajaba se declaró en quiebra desde hace dos meses, y que se le había hecho muy difícil conseguir empleo en medio de las fiestas navideñas.

Ella es extranjera y aunque tiene muchos años en el país, no tiene tantos amigos. Recordando los momentos en los que yo misma me he sentido necesitada, y con el agradecimiento que siento por las personas que me han ayudado cuidando mi dignidad, le entregué el dinero en una tarjeta con un mensaje de motivación. Entonces, ocurrió algo que me estrujó el corazón; con ojos llorosos me dijo: “¡este dinero significa tanto para mí! voy a ir al super y disfrutaré mi primera comida de enero…”, ¡y estábamos en el día ocho!

Rápidamente, mi mente reconstruyó escenas de los últimos dias; recordé la cantidad de comida que había desperdiciado porque no quería “repetir”, las veces que había comido sin hambre solo porque el platillo estaba “rico”, y las ocasiones en que me alimenté en “automático”, sin darme cuenta de lo privilegiada que soy.

Sentí vergüenza de mi comportamiento, y le di las gracias por brindarme la oportunidad de servirle. Ella me sonrió, y el silencio nos acompañó mientras nos mirábamos…Osho dice que cuando el corazón está en silencio, algo nos está diciendo pero cuando la men¬te está en silencio, no dice nada. Según él, las palabras son el mo¬do de expresión de la mente, y la ausencia de palabras -el silencio- es el modo en que se expresa el corazón.

Como muchas personas, he pedido que me empaquenla comida que ha quedado, al comer en algún restaurante, para compartirla con alguien de la calle, o he compartido algún platillo especial preparado en casa con el guardián del edificio, pero nunca había pensado que alguien como yo pudiera tener hambre. Y allí estaba frente a mí, una mujer trabajadora, preparada, creyente, una amiga con la que había compartido bellas memorias,pasando por un mal momento.

Pocos dias después, la vida me regaló otra oportunidad para valorar lo que tengo. Mientras me hacían los trabajos de remodelación en el apartamento, estuve sin empleada doméstica. Los dias empezaban a las seis de la mañana, para recibir a los obreros a las siete y media, y transcurrían moviendo muebles, limpiando polvo, y clasificando objetos para después guardarlos. Terminaba tan cansada que mi mayor placer era bañarme y acostarme.

Aunque siempre he disfrutado el baño, no había reparado en lo delicioso que es tomar una ducha de agua tibia con un jabón cremoso, o el placer que siente el cuerpo cuando reposa en una cómoda cama, vestida con unas sábanas limpias y fragantes. Puedo decirte que he encontrado paz en las pequeñas alegrías. Cuando enfrentamos desafíos con la consciencia despierta, los detalles cobran un gran significado. Nos alimentamos por los cinco sentidos, y celebramos el estar vivos. Sarah Ban Breatnach dice: “La vida cobra sentido, cuando hallamos lo sublime en lo ordinario”.

La mayoría de las personas, tienen presente la alegría de momentos memorables; el nacimiento de un hijo, la llegada del ansiado ascenso, la compra de nuestra primera casa, pero tenemos que reconocer que la vida no es siempre una ronda de biscocho y champán. Más bien, nuestros dias se componen de rutinas; bañarnos, ir al trabajo, hacer la compra en el supermercado, recoger los hijos en algún lugar, y si no somos capaces de agradecer y celebrar las pequeñas cosas, terminamos muriendo lentamente en la monotonía.

La gente necesita la alegría tanto como la ropa, y a veces, mucho más dijo Margaret Collier Graham. Quiero compartir contigo mis pequeñas alegrías de enero:

-Tener agua caliente.

-Disfrutar el sueño.

-Untarme crema de almendras dulces en el cuerpo.

-Comer helado de pistacho.

-Ver mi serie favorita el domingo.

-Ir a la papelería, comprarme un bello cuaderno y plumas de varios colores para planificar mis actividades.

-Comer una tabla de chocolate al 80%.

-Organizar el closet y las gavetas.

Y ¿Cuáles son las tuyas?

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