Disidencia cubana espera seguir contando con vital apoyo de EEUU

Disidencia cubana espera seguir contando con vital apoyo de EEUU

LA HABANA. AFP. Los disidentes cubanos, que recibieron de diversa manera el histórico acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, admiten que persiste su cruel necesidad de recibir ayuda de Washington para hacerse escuchar y salir de la marginalidad.  

Después del impactante anuncio del 17 de diciembre, muchos opositores se declaran decepcionados de que el gobierno estadounidense no hubiese hecho nada en materia de derechos humanos en sus negociaciones previas con La Habana.

En última instancia, «el acercamiento no es buena noticia, es una forma de dar oxígeno al gobierno cubano», se lamenta Berta Soler, líder de las opositoras Damas de Blanco, grupo que recibió en 2005 el premio Sajarov a la libertad de pensamiento del Parlamento Europeo.

«No vemos la relación por el momento entre el anuncio de los dos países y un beneficio para el pueblo cubano», dijo Soler a la AFP.

Para José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu, activa en el oriente del país), «esto puede ser una buena noticia», pero los estadounidenses deben aprovechar las próximas conversaciones para presionar a La Habana en el campo de los derechos humanos en la isla, donde toda oposición es ilegal.

«Los Estados Unidos deben exigir pasos concretos sobre la libertad, la democracia y los derechos humanos» en la primera reunión, prevista para el 21 y 22 de enero en la capital cubana, señaló a la AFP.

Esta sesión debe sentar las bases para el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países después de medio siglo.

Al adoptar una nueva política hacia Cuba, el presidente Barack Obama aseguró en diciembre que ello permitiría a Estados Unidos una mejor defensa de los derechos humanos en la isla.

«Los temas ligados a los derechos humanos» serán abordados en enero así como en las discusiones ulteriores, anunció esta semana la portavoz de la diplomacia estadounidense, Jen Psaki.

«Nuestro nuevo enfoque hacia Cuba ayudará a la sociedad civil, ayudará a los activistas de derechos humanos, ayudará a la comunidad de derechos humanos en Cuba», aseguró la portavoz.

Pero algunos activistas se mantienes escépticos y exigen compromisos, ya que el presidente Raúl Castro ha indicado de su lado que no cederá en temas internos que, según él, son propios de la soberanía nacional.

«La Unión Europea (que ya inició la senda de la normalización con Cuba) y los Estados Unidos deben condicionar al gobierno cubano», afirmó Soler.

«Si no le piden nada en cambio, el gobierno va seguir haciendo lo que quiera. No tenemos esperanza con el gobierno cubano», añadió.

«Ningún cambio espectacular».

Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, ilegal pero tolerada por las autoridades, no espera ningún cambio radical en «los temas de derechos humanos, civiles y políticos».

«No habrá ningún cambio espectacular en corto plazo», dijo el activista a la AFP, recordando las advertencias de Raúl Castro.

Proscrita por las autoridades comunistas, privada de acceso a los medios y casi desconocida en la isla, la disidencia se esfuerza hoy en existir principalmente a través de Internet, a pesar de que el acceso a las redes está estrictamente limitado en el país.

Desde 2013, opositores históricos y jóvenes blogueros han aprovechado una nueva ley migratoria más flexible para salir de Cuba y predicar en el exterior sus denuncias contra el régimen, pero muchos están al mismo tiempo lejos de su objetivo.

Tras el anuncio del deshielo con Washington, la disidencia navega entre el calor y el frío.

La semana pasada, medio centenar de activistas fueron objeto de una ola de arrestos en momentos en que se aprestaban a participar en una tribuna pública en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana.

Unos días más tarde las autoridades comenzaron a soltar a algunos de los 53 presos políticos cuya liberación había sido reclamada por Washington. Los miembros del grupo han recuperado su libertad a cuentagotas y unos 40 habían sido excarcelados hasta el viernes en la noche, según la disidencia.

«Lo más importante es liberar a todos los presos políticos», dice Soler. Según la oposición, eran un centenar en diciembre.

Para Ferrer, el apoyo ideológico es importante, pero un mayor apoyo material estadounidense sería todavía más valioso.

«Si nos facilitan con la comunicación e Internet nos ayudaría (…) a reunir a la sociedad civil y a la población», declara a la AFP.

Más pesimista, Sánchez estima que el magro acceso de los cubanos a la web continuará castigando a la disidencia.

«Nuestra capacidad de comunicación sigue siendo limitada con la población», admite Sánchez, afirmando que habrá que «esperar otros cambios», principalmente en la cabeza del Estado.

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