Disminuyen entrega de ayuda en Haití por las inundaciones

Disminuyen entrega de ayuda en Haití por las inundaciones

GONAIVES. AP. El suministro de alimentos y agua disminuyó ayer peligrosamente para miles de personas en Gonaives ante las serias dificultades para hacerlo llegar a los albergues en la inundada ciudad y otros poblados. 

Llegaron envíos de alimentos provenientes de todo el mundo y promesas de que arribarían más, pero la distribución de los suministros de emergencia ha sido obstaculizada por la inseguridad crónica de este empobrecido país y la mala y frecuentemente inexistente infraestructura carretera y de otro tipo.

“La disponibilidad de alimento no es un problema”, dijo Myrta Kaulard, una representante del Programa Alimentario Mundial de la ONU (WFP, por sus siglas en inglés). “El acceso, sí, ése es el problema”. 

Miembros de la fuerza de paz de las Naciones Unidas han estado distribuyendo agua y pan con alto contenido proteínico en toda Gonaives, que aún está inundada en gran parte luego de ser azotada sucesivamente por una tormenta tropical y tres huracanes.  Pero han tenido que modificar su sistema y distribuir la ayuda sólo de noche para evitar ocasionar un disturbio entre los ciudadanos desesperados.

Un buque de la armada de EU, el Kearsage, llegó frente a la costa la noche del domingo con botes anfibios y helicópteros capaces de resolver algunos de los problemas logísticos. Pero el huracán Ike retrasó su llegada a Haití hasta última hora del día siguiente.

Aumentan los robos por hambre

GONAIVES,  HAITI.   AFP.   Los robos y la violencia provocadas por el hambre diezman las labores de rescate en Gonaives, la ciudad al norte de Haití más afectada por el huracán Ike y donde el número de muertos no deja de crecer.

 Según un nuevo balance establecido el martes por la noche por la protección civil haitiana, unas 111 personas murieron ahogadas desde el lunes en Gonaives, víctimas de los ciclones Ike y Hanna.  Pero este balance no toma en cuenta la violencia cotidiana de este país, uno de los más pobres del mundo. El martes en el hospital ambulatorio instalado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en el barrio de Raboteau, un hombre fue «masacrado, la cabeza aplastada a golpes (…) por una muchedumbre que creyó que era un ladrón», según el jefe de MSF-Bélgica, Massimiliano Cosci.

Este hombre de una ciudad vecina, llegó a Gonaives para visitar a su sobrino seriamente herido.  Los médicos no pudieron hacer nada, nadie pudo hacerse cargo del cuerpo de la víctima y MSF debía llevar al sobrino y el cadáver de su tío muerto a su ciudad de residencia.  Frente a tanta inseguridad, los convoyes y vehículos de ayuda humanitaria deben transitar escoltados.

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