Dr. Vicente Santana S.
drsantanav@codetel.net.do
La indigestión, o dispepsia, es un término generalizado para referirse a los malestares de toda la parte alta del tubo digestivo, desde la  boca hasta la parte alta del duodeno.

Los síntomas más frecuentes de  dispepsia son: dolor abdominal vago o poco diferenciado, meteorismo, náusea, regurgitación y eructo.

Existe una condición llamada disfagia o trastorno para tragar líquido o sólido y que puede ser benigna.

Puede presentarse en forma persistente, indicando mayores trastornos como:

*Reflujo gastroensofágico, dando  una sensación de agrura,

 Principalmente en aquellas personas que han ingerido una comida cargada en grasas.

Estas pede ser: las frituras y también cargada en proteínas; paciente con  Hernia Hiatal; pacientes ancianos postrados en cama o recibiendo nutrición  enteral.

* Gastritis, que puede ser aguda o crónica.

* Úlcera péptica, donde los mecanismos de defensa de la mucosa

 gástrica o intestinal, se han deteriorado, dando origen a una ulceración de la misma.

* Retardo en el vaciamiento gástrico.

* Enfermedades de la vesí¬cula biliar.

* Cáncer, pero no todas las personas que presentan dispepsia frecuente, siempre padecen algunos de estos problemas, sino que en ocasiones están muy relacionados con:

* La dieta

* El estrés, y

* Factores relacionados con el estilo de vida

Investigadores como Mishkin y colaboradores, 1997 y Marotta y Floch, 1991, concluyeron que:

* El consumo excesivo de alimentos

* El consumo excesivo de grasa

* El consumo excesivo de azúcar

* El consumo excesivo de condimentos

* El consumo excesivo de alcohol

Tienen una relación estrecha con la dispepsia.

La gastritis y úlcera péptica generalmente aparecen cuando anormalidades microbianas, neurales o químicas dañan la integridad de la mucosa.

La mucosa es la capa interna que recubre todo el intestino, desde el

 esófago hasta el cólon. La causa más común de gastritis y úlcera

 péptica es microbiana y es por Helicobacter  pylori.

Otros factores contribuyen como:

* El consumo crónico de aspirina

* Antiinflamatorios no esteroideos

* El abuso del alcohol

* La ingestión de sustancias erosivas

* Los derivados del tabaco

* Dosis altas de corticosteroides

* Estado de salud general deficiente

Según concluyeron diferentes investigadores, Laine y Fendrick, en

 1997; Blum en 1996; y Sontag en 1997.

La gastritis se manifiesta con diversos síntomas como, náusea, vómito, malestar, anorexia (pérdida del apetito), hemorragia y dolor en la parte alta del abdomen. En nuestro paí¬s hay una alta incidencia de gastritis crónica, ocasionada por el Helicobacter pylori, y este también es causante de gastritis atrófica y úlceras gástricas y duodenales. Este agente microbiano posee ciertas condiciones que le permiten resistir la acidez del estómago, pero su ubicación sub mucosa y la producción de ureasa le confieren mayor protección. El tratamiento conlleva, primero la erradicación del microorganismo por una  combinación de varios medicamentos, y luego por un apoyo Nutricional, donde recomendamos disminuir el consumo de: Alcohol, condimentos e irritantes de la mucosa intestinal como los picantes, pimientos, etc. Evitar los productos derivados del tabaco. Y por último, aumentar el consumo de Omega 3 y Omega 6 por su efecto protector.